es un reloj impaciente y tenaz: el único que se atreve a marcar -con furia justa, en dosis comedidas- esos cambios de tiempo -muertos de tiempo muerto y enterrado- entre horas, y de hacerlo a manos llenas, a cada rato; el único capaz de dar cuenta de los minutos que aminoran con veracidad de mareo; el único que hace sonar desde dentro eternos segundos en apenas un segundo escaso; el único que bombea con furia antigua y feroz.
* "De paso con el tiempo" procede de Al trasluz. Blog de Abel Murcia. Apuntes de traducción. Esbozos de fotografía.