domingo, 29 de agosto de 2010

Cae una gota

..
El mar
Salgo a la calle llovida. Una gota –quizá la única que quede en el aire- cae en mis lentes, me empaña la vista y me dice:
-Soy el mar.

Enrique Anderson Imbert, La sandía y otros cuentos,
Editorial Galerna, Buenos Aires, 1969, p. 127.

...
Y el aire –quizá el mar- empaña la única vista que me ; queda la llovida en mis lentes.
-Sal al mar, me dicen.

Cae una gota en la calle.

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"