Creo que el principal problema de nuestros gobernantes hoy, aquello que dificulta un pacto de mínimos para hacer frente a cualquier crisis o conflicto según sucede en los países de amplia tradición democrática, es que unos y otros vean antes al contrincante como un enemigo al que batir que como un posible socio con el que llegar a acuerdos básicos. Resultado: los años pasan en vano mientras los problemas y conflictos se acumulan y agravan por no contar con una clase política a la altura de las circunstancias. Hasta la coronilla de vivir en un país en perpetuo atasco.