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..Dos luces refulgen en mitad de un ovillo. El gato me mira con fijeza tras detener sus pasos almohadillados, impaciente por que le saque una foto.
-Haz click de una vez, ¿a qué estás esperando? -me increpa ansioso.
Pero sus brasas me hielan con un fuego extraño, de pesadilla nocturna y grumosa, así que no me decido. Tras tomar unas cuantas fotografías del pueblo aquí y allá, por disimular, prosigo mi marcha confiado.
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