lunes, 11 de julio de 2011

Noche de brasa

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Dos luces refulgen en mitad de un ovillo. El gato me mira con fijeza tras detener sus pasos almohadillados, impaciente por que le saque una foto.
-Haz click de una vez, ¿a qué estás esperando? -me increpa ansioso.
Pero sus brasas me hielan con un fuego extraño, de pesadilla nocturna y grumosa, así que no me decido. Tras tomar unas cuantas fotografías del pueblo aquí y allá, por disimular, prosigo mi marcha confiado.
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14 comentarios:

  1. Brasas, gatos que hablan... Yo que tú tendría cuidado. Me gustó la atmósfera sobrenatural que transmite el micro.

    Besos gatunos.

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  2. Los gatos son animales misteriosos y me gusta del micro que lo de verdad extraño, que el gato increpe, hable, se dirija al narrador, quede en segundo plano. Porque el micro destaca de manera estupenda que el gato es misterioso por naturaleza, sin necesidad de manifestaciones extraordinarias.

    Besos, Gemma.

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  3. Estoy de acuerdo con Lola y Jesus, un micro de fotografía. Me gusta mucho que no hagas la foto, pero acabes haciéndola. Otra vez la realidad que se ausenta y la ausencia que se hace realidad.

    Abrazos.

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  4. Me encanta que las brasas de sus ojos hielen con un fuego extraño. No me acercaría yo mucho a ese felino, Gemma. Y gracias de corazón por tu amable comentario en la Nave.
    Un gran abrazo.

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  5. Magnífico inicio, Gemma. Y no menos estupendo giro en el último párrafo, que desplaza por completo el protagonismo del gato. También me gustan, como a Javier, esos ojos convertidos en brasas. Enhorabuena.

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  6. Los ojos de los gatos parece que encierren incontables secretos de otros mundos que ya nos va bien desconocer.

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  7. Hola Gemma:

    Una de las pocas cosas interesantes que Lovecraft dijo en su vida fue que los gatos, a la noche, saltaban a la cara oculta de la luna. Y creo que no andaba errado el hombre, porque los gatos, los verdaderos gatos, esos gatos lúmpenes, desertores del sofá y de la esférica castración doméstica, que se buscan la vida casi siempre de noche y de día duermen hasta desaparecer, esos gatos son capaces no sólo de increparte, sino de hacerse la foto ellos mismos, porque ¡claro que les gusta salir en las fotos! Y a quién no?

    Capítulo aparte merece ese pedazo de oxímoron que te has trabajado con los ojos del bicho que, a pesar de todo, son los que han provocado que tu cámara se disparara contra tu voluntad.
    Pienso, supongo, que todo fue así porque todo sucedió en la cara oscura de la luna y para darse cuenta de esas cosas o se es gato o si no, no.

    buen micro y buena foto

    unafortabraçada

    salut,
    hugo

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  8. Brasas heladoras...

    Mi querida MegaMaga. Todo su texto me ha parecido un sugestivo oxímoron. De términos contradictorios (o ilógicos o incongruentes, añadiría), surge un micro con un sentido completamente nuevo. Gato, noche, brasa, tranquilo, apremio, pesadilla, indecisión, helador se funden para configurar un párrafo flexible, silencioso, elegante, imquietante, sugerente... Igual que un gato.

    Cada día resulta más difícil no repetir que eres fantástica.

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  9. Gemma, hipnótico, prosigo por las ramas el comentario para que no te des cuenta de mi parálisis.
    Confiado voy de inmediato al abrazo.

    Que sea hierático y fresco.
    Sergio Astorga

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  10. Bien hecho (la indecisión del protagonista). Un gato que espera la foto no es de fiar.

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  11. Lola, ese gato se me plantó en mitad del camino como si no tuviera nada más que hacer que mirarme fijamente con esos ojos encendidos (e incendiados)... Celebro que te guste.
    Besos

    Jesus, tal como puede apreciarse en la foto "lo verdaderamente extraño", esto es, que el gato me increpara solicitando mi atención, ocurrió no solo de modo literal, sino que sucedió tal como dices con la mayor naturalidad; de acuerdo con el comportamiento misterioso que suelen tener los mininos, valga la paradoja. :-)) Supongo que todo ello hizo que él mismo terminara siendo pasto de micro. Si bien el misterio del gato es del todo natural, también es cierto que no acabamos de acostumbrarnos a él cuando surge.
    Un beso

    Agus, efectivamente. La foto vendría a resumir el tema o esencia del micro de modo parecido a como, en ocasiones, el título suele hacerlo con respecto al texto. Ese no hacer la foto aunque acabe ahí colgada forma parte del misterio del gato.
    Un abrazo

    Javier, no me acerqué. Pese al aspecto de ovillo dócil que fingía el animal, el gato en realidad mantenía una tensión extrema.
    Un beso

    Ricardo, yo vi antes la fotografía que al gato. A lo mejor debería renombrar la pieza así: "El gato fotógrafo"... A decir verdad, la foto me la terminó haciendo él a mí. Un abrazo

    Araceli, jaja. El desconocimiento es la madre de todas las literaturas. Muy cierto. Besos

    Hugo, creo que has definido la escena a la perfección: la cámara se disparó por sí sola. Título alternativo de la escena: "El gato asesino". Muchas gracias y un abrazo

    Freia, el misterio del gato era natural. Mi asombro y temor también. Si bien él resultaba amenazador en su quietud impostada; yo en cambio era del todo inofensiva en mi voluntad de parecer segura e implacable... :-)) Un fuerte abrazo, meine Gräfin

    Sergio, la noche aquella sí que resultó hipnótica. Calaceite a oscuras, apenas alubrado con farolas que antes serían de gas, resulta sin duda un pueblo fantasma(l), detenido en el tiempo, con esos gatos enseñoreándose de sus calles y gentes incautas... Un abrazo

    Nano, es tal como dices. Me tenía el gato con la mosca detrás de la oreja... Pero cómo no iba el animalito a salirse con la suya. Basta verlo para saber que su poder es ilimitado. Un besón para ti

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  12. Menos mal que el fotógrafo prosigue la "marcha confiado" a pesar de la inquietud que esas dos luces transmiten.
    (Por cierto, ten cuidado no te pase como al niño del McEwan de "En las nubes" y te encuentres tú increpando al fotógrafo).
    Besos

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  13. ESte gato tan miterioso y solitario es el vivo retrato de mi difunto Harry,un siamés auténtico;cuando les dá la luz en los ojos en la oscuridad estos se ven rojos,como tu dices,brasas,me parece una palabra preciosa para definirlos,me gusta también el juego de palabras "me hielan con un fuego extraño".Cosas de gatos,esos seres tan especiales.Muchos besos.

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  14. María, jaja. Hay un cuento maravilloso de Cortázar que tu comentario me ha hecho recordar: "Axolotl" (Ajolote). Es uno de mis preferidos. Muchos besos!

    Doña Bambú, a lo mejor se trata del mismísimo Harry que se nos ha aparecido por el mero gusto de poderte saludar. :-) Un beso grande

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"