viernes, 19 de mayo de 2017

Cuatrocientos sesenta y seis

.
Hay atardeceres que son anunciaciones de no sabemos qué. Un claro de luna que nos interpela a gritos.
.
.
.
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"