Parece como si, de un tiempo a esta parte, la gente no alcanzara a entender lo que se le dice, ya sea positivo, negativo o neutro, sino tan sólo aquello que desearía que se le hubiera dicho. Cada vez nos comprendemos menos.
Parece como si, de un tiempo a esta parte, la gente no alcanzara a entender lo que se le dice, ya sea positivo, negativo o neutro, sino tan sólo aquello que desearía que se le hubiera dicho. Cada vez nos comprendemos menos.