jueves, 6 de mayo de 2010

Estela de pájaro

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Como una vieja loca, concluyeron. Nadie sabía cuándo fue que actuó por última vez. A lo mejor hacía medio siglo cumplido. De esa mujer se habían dicho cosas increíbles. Como que, en tiempos, era capaz de volar por los aires varios segundos cada vez que había espectáculo, o que sus pasos de baile eran los más briosos que hubiera desplegado nadie jamás, como de estela de pájaro incendiado. Luego le sobrevino la vejez y con ella, el olvido. Todavía hoy es posible percibir en su figura maltrecha el halo de quien retuvo en sí todo el misterio.

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"