viernes, 7 de diciembre de 2018

717

Qué sería de nosotros sin las pasiones. Al cabo, ellas solas alcanzan para cimentar nuestra existencia. Certifican que hubo un día y otro —y aún otro— en que nos desvivimos. 





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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"