Oquedad: hueco que deja un vacío. O vacío que deja un hueco. Como sucede en el vaciado de un molde, quedando este, por extraño que parezca, ahuecado a perpetuidad. Acaso una muestra de puro orgullo. O como cuando alguien ahueca el ala. Y echa a volar sin saber hasta cuándo, ni en qué dirección es mejor tirar, pues ignora por dónde sopla el viento; ese mismo que nos sostiene cuando decide sostenernos. Como seres de aire que somos. Un comportamiento semejante.