No engañar(se) o falsear, no imponer o forzar, no menospreciar o humillar: tres tareas que hoy nos parecen ingentes, pero que habría que reclamar una y otra vez, sin fin. Precisamos endulzar (léase «sanear») el día a día.
No engañar(se) o falsear, no imponer o forzar, no menospreciar o humillar: tres tareas que hoy nos parecen ingentes, pero que habría que reclamar una y otra vez, sin fin. Precisamos endulzar (léase «sanear») el día a día.
Hay una clase de pensamiento esquivo que solo logramos retener mediante la escritura, gracias a ella y únicamente por su mediación.