lunes, 15 de agosto de 2011

Árbol de carretera sinuosa,

..
..
ha sido verte y 
verme de
pronto en 
ardilla convertida
ascender y 
descender por
senderos intrépidos de
trepidantes montes, con
simas, hendiduras y
pulcros horizontes
en llama, 
piel vívida y 
rugosa, y 
corcho que se
escarcha y 
por doquier 
descorcha, sea  
noche, madrugada 
al alba; suma y
antítesis de 
cualquier desmonte 
frondoso en
servidumbre y
mata.
..
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"