martes, 8 de enero de 2019

LAS HORAS (FR)ÁGILES

El rescate de unas manos audaces. La felicidad a la vuelta de la esquina. Los días que vuelan (fr)ágiles. Con charlas interminables a cualquier hora. Con mensajes que no satisfacen del todo. Aunque tampoco lo harían si durasen siglos. Y épocas de euforia seguidas por otras menos jubilosas (más juiciosas sin embargo). Marcadas por deseos en espera. Y esperanzas a raudales. Con escaso seso y mucho sexo. O al revés, según épocas y humores. Y la vida pasando entre tanto. De largo y de corto —sin estrecheces que valgan ni monsergas— por el ancho mundo. Dando largas cuando así lo requiere. En jaque siempre; escandalosa.






.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"