viernes, 9 de agosto de 2019

793

Desaparecer. Esfumarse. Acaso difuminarse lo propio para que solo quede nuestra ausencia de sombra y asombro.




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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"