jueves, 5 de enero de 2012

¿Fantasea?

....
...
Fantasea: la mujer se enamora de su retrato, pero ¿su retrato puede ser considerado "él"?
Giorgio Manganelli, "69", Centuria, Cien breves novelas-río, Anagrama, 2011, p. 144.
...
...
Como cabía esperar, hace días que no come apenas, duerme a trompicones y parece más pálido que de costumbre. Dicen que fantasea, que no atiende cuando requieren sus servicios. También dicen que se ha perdido, y que probablemente ya no vuelva a ser quien fue. ¡Dicen tantas cosas!
Yo sólo sé que desde hace unos meses, el viejo anda distraído. Sus razones tendrá, desde luego, pero no dudo de que siga tan cuerdo y lúcido como siempre, y de hecho considero que si ahora ha decidido pasar todas las tardes en compañía de esa planta, ello no puede significar más que se siente a gusto a su lado. ¿Qué otra cosa si no podría querer decir?

Su nieta dice que está enamorado. No de la planta, claro, sino de la gran cantidad de recuerdos que la bendita sombra que proyecta es capaz de propiciar en el viejo. Que esa planta de aspecto vulgar tiene el poder de convocar, en forma de recuerdos, ensueños y figuraciones, la que fuera el gran amor de su juventud. Y que a la noche el abuelo llora su desconsuelo. Quién sabe por qué suceden determinadas cosas. Yo lo ignoro al menos.
....
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"