martes, 19 de marzo de 2013

Ahora bien,

...
¿de veras son los sueños 
un cúmulo de arbitrariedades?
¿Pueden la imaginación, 
la voluntad, 
el deseo 
ser arbitrarios?
¿Acaso no constituyen
el único arbitraje, 
el verdadero arbitrio?
...
...
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"