jueves, 30 de julio de 2009

¡Que empiece la función!

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Recién apagadas las luces, los actores ocupan sus puestos con alguna que otra carrera nerviosa por el escenario. La función está a punto de empezar. Para cuando se alce el telón, los diversos personajes habrán logrado erradicar de las tablas presencias tan espurias.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"