La hoja que
amarillea, y hasta parece que se reconcoma de puro frágil, los nervios
tensos a flor de piel, sabe:
1. que su cuerpo de
contorsionista tiene los días contados,
2. que apenas si le
quedan cuatro o cinco movimientos estériles,
3. que un día
malogrado dimitirá, dejando a su paso un rastro de baba
savia que sólo
alcance a sacar sus cuernos al sol.
*La foto, de Cándido Del Puente, pertenece a su hermosa serie "Las misteriosas hojas de plátano".
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