es un reloj impaciente y tenaz: el único que se atreve a marcar -con furia justa, en dosis comedidas- esos cambios de tiempo -muertos de tiempo muerto y enterrado- entre horas, y de hacerlo a manos llenas, a cada rato; el único capaz de dar cuenta de los minutos que aminoran con veracidad de mareo; el único que hace sonar desde dentro eternos segundos en apenas un segundo escaso; el único que bombea con furia antigua y feroz.
* "De paso con el tiempo" procede de Al trasluz. Blog de Abel Murcia. Apuntes de traducción. Esbozos de fotografía.
Grande, G.
ResponderEliminarFuria justa, antigua y feroz.
ResponderEliminar¡Qué cierto, MegaMaga! Es bueno que, al menos, nuestro corazón se atreva, sea valiente.
Un abrazo, de corazón.
Buena foto, la de Abel.
ResponderEliminarY nuestro corazón...espero que bombee por mucho tiempo con esa furia antigua y feroz...
Petons
Buen juego con el lenguaje y los dobles sentidos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminariba en tus palabras, mientras te leía, frenecido!
ResponderEliminarRogelio Guedea
Me gustó el ritmo trepidante del texto. Semejante a la cadencia de las pulsaciones. Y el lenguaje rotundo, sin concesiones. Un micro para disfrutar leyéndolo en voz alta.
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, Gemma: eternos segundos que transcurren en un segundo escaso. Y le llamamos tiempo.
ResponderEliminarEs un equilibrio de bailarina en una masa de toro. Por eso el acierto de la "furia antigua y feroz".
ResponderEliminarLara, mil gracias, guapa.
ResponderEliminarFreia, quién tuviera la constancia -y la grandeza- del corazón.
Un besazo
Fra Miquel, ojalá; yo también lo espero y deseo. Gracias y un beso grande
Maite, celebro que te agrade. Un abrazo fuerte
Rogelio, jaja, no te voy a decir que me alegro porque no creo que resulte muy aconsejable...
Un beso y muchas gracias por pasar
Agus, bombear palabras como sangre el corazón. Ese era, en parte, el propósito. Un abrazo
Araceli, ay.
Un petó
Nano, estos textos de equilibrista tienen mucho de malabar, cierto. De hecho, los escribo desde el estómago más que con la cabeza.
Un beso fuerte
Es tan intenso que hay que leerlo con furia comedida, tan contradictorio como la vida.
ResponderEliminarGracias y un beso.
Gracias a ti, estimada Isabel.
ResponderEliminarY además de lo ya dicho, me encanta el final:" el único que bombea con furia antigua y feroz".
ResponderEliminarUn abrazo Gemma
Gracias, Rosana. Siempre me ha parecido que el pasado desplegaba una energía y una fuerza envidiables. Un abrazo
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