Camina hacia la pared de enfrente sin vacilar, y al tiempo que reconoce el paisaje del fresco, constata que esos árboles pintados, con todas esas hojas temblonas, no pueden agitarse como hacen en esa recreación, de factura deliberadamente borrosa, por una simple querencia del pintor; de hecho, tampoco lo hacían el otro día, cuando vino a sentarse a contemplar la misma escena blanda, con parecidos pájaros moteados a lado y lado, y un vallado absolutamente risueño; no menos respetuoso -por cierto- con ese arbolillo que insiste en erguir su belleza en mitad del camino. Sin duda, concluye, esos árboles parecen esponjar su frescura a los cuatro vientos como una necesidad de retarle al cielo.
Poética escena, de contornos borrosos.
ResponderEliminarEstá bien.
Un saludo indio
Hermosa forma de hablar del individuo, del uno contrapuesto al grupo que te lleva, que te arrastra, llenándote de sinsentidos.
ResponderEliminarMe queda la duda de la valla, si es metáfora de separación elegida o sólo es algo físico que obliga a nuestro árbol raquítico a consensuarse árbol con todas las de la ley.
Me gusta mucho, Gemma.
Y a mí, y a mí. Acabo de leer por intenso "Matar a Platón" y me decía ¿cómo se puede hablar del acontecimiento, no de la idea?
ResponderEliminarMe has dado la respuesta.
Leyéndote, tengo la sensación de que escribes con una Nikon (la fotografía, generosa de por sí, detiene un instante para que otros decidan si quieren o no resucitarlo, darle continuidad). Como bien dice Nán, hablas del acontecimiento y dejas la puerta abierta para que quien lo desee, saque a pasear a las ideas.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Hola, Gemma.
ResponderEliminarDeliciosa tu écfrasis (descripción textual de una obra de arte visual). Me ha encantado. Cómo la voz que mira se acerca a la obra y es penetrada, impregnada, agenciada...
Abrazo
Jesús
El paisaje, el pintor, tu texto y el lector conforman un nuevo paisaje.Sin tu voz sería imposible la mímesis.
ResponderEliminar¡Y cuántas veces contempló esa misma escena Livia! Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarGemma, el ojo mimico suelta las palabras como imágenes, aveces el pincel las reproduce.
ResponderEliminarUn abrazo como ayer, pero mas nitido.
Sergio Astorga
Disculpadme todos la tardanza.
ResponderEliminarIndio, de lo borroso en literatura me suele gustar que pueda conducirnos a veces a significados más translúcidos. Un abrazo
Jesus, vale para ambas cosas lo del arbolillo apartado del bosque, y sin embargo parece que los pájaros lo prefieran a él... Muchas gracias, y un beso
Nano, es que las obras de arte en general poco alcanzan a decir si no nos afectan. Es muy hermoso tu comentario. Un besón
Josep, estos micros menos narrativos, de tono algo más ensayístico, se proponen, efectivamente, sacar a pasear el pensamiento, a fin de encarnarlo en la realidad a la que se refieren, como un modo de reproducirla con mayor precisión... Qué bien que te convenza la pieza. Un rebeso
Jesús, se trataba de eso mismo, tal como les he dicho a Nano y a Josep: de volver carne a la idea, de enraizarla para que viva mejor. Me alegran mucho vuestros comentarios en este sentido.
Un beso
Araceli, cuánta razón: la pieza suele completarse cuando el lector le asigna un determinado sentido. Y qué alegría cuando ese significado se acerca de algún modo al que pretendía expresar. Petons
Isabel, recuerdo especialmente la Livia de "Yo, Claudio" como una mujer tremenda. Desde luego, no resultaba nada grato el embrujo de esta mujer...
Besos
Sergio, ¿qué fue antes: la imagen representada por el ojo o aquella imaginada y proyectada por el cerebro? A ver si me echas una mano con este dilema...
Otro par de besos
La distorsión de la realidad?, podría ser. A veces no somos exactos con lo que vemos a través del ojo, más bien nos acercamos a la pecepción que hacemos de esa realidad al hacerla nuestra e intrasferible.
ResponderEliminarBello texto
Saludos
Ada, ver y recrear se me antoja un todo indivisible, donde es muy difícil decidir en qué punto empieza la visión y en qué otro la recreación, sin duda. No en vano, para "ver" o "entender" precisamos recrear mentalmente lo visto, reinterpretarlo -lo queramos o no- de acuerdo con nuestro propio discernimiento. A saber lo que se pierde por el camino...
ResponderEliminarUn abrazo