lunes, 15 de abril de 2013

Sesenta y uno

...
Escribir hacia dentro 
con el deseo secreto de que las letras 
se nos impriman de afuera.

...

..

8 comentarios:

  1. El mejor de los deseos. Difícil, también...
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Gemma, esto afanes de resonar que no se agoten ni se oxiden porque en el afuera la erosión es colosal.

    Abrazos, uno tras otro.

    ResponderEliminar
  3. Pienso que cuando se escribe -no cuando sólo se escribe- se hace hacia el adentro que hay afuera. Por lo demás, distintos azares determinan si aquellos que merodean por nuestros alrededores acabaran o no escuchándonos.

    Un pe tó, Gemma.

    ResponderEliminar
  4. No se me ocurre actitud más honesta -en lo literario- que escribir hacia dentro, ni mayor premio que las letras se nos impriman de afuera.

    Como ves, Gemma, hoy estoy en sintonía perfecta. :)))

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  5. Acabo de ver en mi antebrazo un "me gusta" a tu estupenda frase.

    Mira, funciona, eso si lo he entendido...

    Abrazos

    ResponderEliminar
  6. ¿Acaso hay otra forma de hacerlo que sea honesta con uno mismo?

    Besos

    ResponderEliminar
  7. Besos grandes (y abrazos)

    (Últimamente se me hace muy difícil añadir algo a vuestros comentarios...)

    ResponderEliminar

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"