Pienso que cuando se escribe -no cuando sólo se escribe- se hace hacia el adentro que hay afuera. Por lo demás, distintos azares determinan si aquellos que merodean por nuestros alrededores acabaran o no escuchándonos.
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
El mejor de los deseos. Difícil, también...
ResponderEliminarBesos
Gemma, esto afanes de resonar que no se agoten ni se oxiden porque en el afuera la erosión es colosal.
ResponderEliminarAbrazos, uno tras otro.
Pienso que cuando se escribe -no cuando sólo se escribe- se hace hacia el adentro que hay afuera. Por lo demás, distintos azares determinan si aquellos que merodean por nuestros alrededores acabaran o no escuchándonos.
ResponderEliminarUn pe tó, Gemma.
No se me ocurre actitud más honesta -en lo literario- que escribir hacia dentro, ni mayor premio que las letras se nos impriman de afuera.
ResponderEliminarComo ves, Gemma, hoy estoy en sintonía perfecta. :)))
Un abrazo,
Y tan fácil que parece...
ResponderEliminarAcabo de ver en mi antebrazo un "me gusta" a tu estupenda frase.
ResponderEliminarMira, funciona, eso si lo he entendido...
Abrazos
¿Acaso hay otra forma de hacerlo que sea honesta con uno mismo?
ResponderEliminarBesos
Besos grandes (y abrazos)
ResponderEliminar(Últimamente se me hace muy difícil añadir algo a vuestros comentarios...)