miércoles, 2 de febrero de 2011

Lo real

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VERSIÓN 1En su casa colgaba el espejo calidoscópico por excelencia, ese capaz de reflejarla múltiple y cambiante como era, y que unas veces insitía en mostrarla completa bajo la sucesión insólita de pasados recuperados; irreal otras, apenas dibujada por la sombra incierta de su memoria borrosa.


VERSIÓN 2De la pared de su casa colgaba el espejo calidoscópico por excelencia, ese capaz de reflejarla múltiple y cambiante como era, completa unas veces en la insólita acumulación de pasados que la definían, irreal otras por un exceso de memoria desdibujada e incierta.

VERSIÓN 3

En su casa colgaba el espejo calidoscópico por excelencia, ese capaz de reflejarla múltiple y cambiante como era: completa en ocasiones por la sucesión vertiginosa de pasados indelebles que se acumulaban; irreal otras, apenas perfilada por su memoria borrosa.

* Paul Delvaux, Le miroir, 1936.
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13 comentarios:

  1. Y yo que creo que ese espejo calidoscopio es lo que somos dependiendo de la luna en la que estemos. Lo que necesitaríamos sería un espejo que reflejara la realidad única de nuestra alma.
    Besos, Gemma.

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  2. Un espejo de terrible sinceridad, (peor aún que los ordinarios). ¿Quién desea verse exactamente como es? Me ha gustado mucho.
    Besos

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  3. Casi como un espejo transparente. Qué bien nadas en aguas donde otros moriríamos ahogados. Genial, Gemma.

    Abrazos.

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  4. Tus textos son también caleidoscópicos.

    Muchos muchos besos.

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  5. el engaño típico y utópico del espejo.

    buen recuerdo.

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  6. El espejo de la mente. Me quedo con la segunda.


    Saludos.

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  7. Me gustan los tres, aunque me inclino un poco más por el segundo.

    Besos drapeados.

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  8. Difícil siempre identificarnos en el mosaico de yoes que somos. Me gustó. Me quedo con el segundo.
    un abrazo.

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  9. Torcuato, qué bueno sería, de hecho, poder casar las lunas planetarias con las de nuestros espejos. Abrazos

    Javier, qué pregunta más certera... ¿Podría alguien soportar verse a sí mismo con toda crudeza? No lo creo... Besos y feliz fin de semana

    Esteban, gracias, y un beso

    Agus, celebro que te agraden. Un abrazo fuerte

    Lara, mis pobres micros sólo alcanzan a reflejar una parte pequeña de esa realidad inabarcable, ella sí calidoscópica. Un besazo

    J.G., ni siquiera el espejo es todo lo fiel que precisaríamos, a veces, para poder mantenernos a flote. Qué le vamos a hacer. Un abrazo

    Tipo, 1 punto entonces para la segunda propuesta. Yo me quedo con tu comentario. Muchas gracias, y un abrazo

    Lola, coincides con Tipo. Yo me decanto por la segunda o la tercera, que he vuelto a modificar. Un beso y gracias por expresar cuál prefieres.

    Agustín, uno más para el segundo... La elección ya está hecha entonces. Te agradezco tu opinión. Abrazos

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  10. Pues yo me quedo con la tercera.
    Pocas cosas hay tan fascinantes como los espejos pero entre tus palabras, se vuelven de infinitas posibilidades.

    Un gran beso, MegaMaga.

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  11. Llego tarde pero me quedo con la segunda yo también...en realidad me quedaría con una mezcla de la segunda y la tercera, me gusta la frase final de la tercera.

    Un abrazo Gemma.

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  12. Mi condesa preferida, los espejos nos ofrecen reflejado nuestro misterio. Por eso me apasionan. Tomo nota de tus gustos. Un besazo

    Rosana, no te preocupes que en estos sueños no tengo por costumbre poner falta nunca. :-)
    Ayer volví a corregir la tercera. Creo que ahora la prefiero a las demás. Besos y gracias

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"