lunes, 14 de abril de 2014

Ciento sesenta y tres

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El tiempo se mata con tiento.
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2 comentarios:

  1. Es más dulce, e igual de cierto, que se mata con el amor y la amistad y la descoordinación de las articulaciones.

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  2. Lo de la descoordinación de las articulaciones ha introducido en tu comentario un ingrediente enigmático. No sé muy bien qué significa pero intuyo que tienes razón. Besos

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"