Ciento sesenta y cuatro
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La tecnología confraterniza y revitaliza en la misma medida en que relativiza y vampiriza.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Siempre encuentras las palabras exactas. De momento me pareció que estaba contemplando el Guadalquivir desde el puente.
ResponderEliminarBesos.
Jaja. Me alegro de que te lo parezca, Isabel. Eres muy amable. Se trata de uno de los puentes que unen Buda y Pest.
ResponderEliminarBesos