Cincuenta y dos
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Quienes pierden sólo ganan en el instante en que fracasan.
La única salvación consiste en no aspirar a nada.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Y por ende, también la felicidad...Es el secreto de los mansos de corazón...
ResponderEliminarUn abrazo, Gemma
Coma emocional. No sé si me apunto.
ResponderEliminar¿Y esta foto?
Besos pensativos.
Quizá radique ahí el secreto.
ResponderEliminarUn abrazo, Gemma querida
BB, totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarSusana, jaja, no estás obligada a ello, faltaría más. La foto es de Baden-Baden y muestra una fachada Art Noveau a media luz, con esa sombra del sol trepándole por el rostro a primera hora de la mañana.
Freia también querida, me temo que por ahí van los tiros...
Besos para las tres
Gemma, si aspirar es desear: entre menos codicia te salvas.
ResponderEliminarAbrazo inspirado.
Terriblemente cierto, pero creo que es porque en esta sociedad retorcida llamamos aspiraciones a aquello que está fuera de nuestro alcance; o lejos. Hay otras, más arcaicas y más sanas, en las que las aspiraciones son asequibles sin dejar de ser aspiraciones. Eso genera menos tensión, más felicidad y mucha risa. Van a cazar, cazan, comen, y han cumplido. Y tan contentos.
ResponderEliminarGracias, Gemma. Qué bueno es leer y pensar, y releer y seguir pensando.
Abrazo.
Gabriel
Totalmente de acuerdo: la única aspiración consiste en no salvar nada (o tal vez sea que la única consistencia aspira únicamente a nada...).
ResponderEliminarAhora mismo reemprendo la medicación que no debía de haber abandonado.
Petons tipo salvación...
¿Y que es la salvación?
ResponderEliminar¿Salvarse de que?
Estamos condenados y vivos, aspirar a algo también es seguir adelante por poco que sea...
Me trajo el "No es más rico quien más tiene..." como latigazo inmediato, Gemma. Es cierto, aunque yo me siento como Susana; dan ganas de bajarse.
ResponderEliminarMi abuela, con ese conservadurismo tan gallego del prefiero no ganar a arriesgar lo que tengo, solía decirme que cuando un pobre come merluza, uno de los dos ha de estar muy mal.
A mí me da un no se qué a renunciar a aspirar. Sigo aspirando a poder dedicar mi tiempo a lo que me gusta.
Un abrazo,
Como aforismo no está mal, pero demasiado conservador. Yo me apunto a la tesis de Susana.
ResponderEliminarMuchos besos
Sergio, muy bien visto... Abrazos
ResponderEliminarGabriel, se debe a lo que comentas y, quizás, a que nunca como hoy habíamos tenido tantos pajaritos en la cabeza, supongo. Un fuerte abrazo (me gustaron mucho tus micros de La nave)
Josep, "la nada nos salva de todo". Yo también lo creo. Besos
Darko, estamos condenados y muertos, aunque parezcamos -a veces- vivos. Eso creo yo más bien. Sé bienvenido.
Pedro, por suerte el anhelo nos define en la misma medida que el fracaso. Qué abuela más sabia...
Elena, "Los vencidos sólo ganan en el instante en que fracasan". Ese era el sentido... Un pensamiento, desde luego, producto del desengaño. Muchos besos de vuelta también