viernes, 18 de enero de 2013

Cuarenta y nueve

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ensordecedor: dícese del ruido ambiente 
generado por una polifonía de silencios.
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8 comentarios:

  1. ¡Muy bueno Gemma!, me ha gustado esa idea de la polifonía de silencios.

    El ruido ambiental es imperceptible a nuestros quehaceres y rutinas, pero...siempre está ahí, ¡al acecho!.

    Un abrazo

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  2. Me gustan tus juegos polisémicos, Doña Gemma; mucho.

    Un abrazo,

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  3. Para mí es la descripción perfecta del ruido mental, que a veces uno contiene o ignora pero de pronto asalta... ensordecedor.
    Besos

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  4. En mi caso es un buen título para los últimos veintiún días de sordera casi absoluta, así me siento. Los de mi alrededor, afónicos ¡claro!

    Besitos

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  5. Laura y Pedro, gracias y abrazos

    Susana, será eso que dices... Ojalá.
    Besos

    Elysa, todo sea por una buena causa.
    Otro abrazo

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  6. Aquí, en esta montaña de nieve bajo la que es probable que aún siga la otra, la de piedra, hierba y árboles, la polifonía de silencios es del todo ensordecedora (por la noche, contra más escucho lo que no se oye, más me desvelo; ni el doble vidrio consigue acallar el tremendo silencio. Al amanecer, con lo que callan los pájaros, me duermo).

    ¡Cómo me gustan tus propuestas, Gemma!

    Un petó/crit de silencis

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  7. El ambiente ensordece con sus ecos. El canto de los pájaros es uno de ellos.
    Un altre petó

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  8. pues creo que esa definición es la quinta del diccionario, que es esta:

    5.- Aplícase exclusivamente a los silencios producidos cuando deberían tronar clamores. Es el vacío de lo que debía ocupar lo decisivo lo que produce este pernicioso ensordecimiento.

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"