martes, 13 de marzo de 2012

Catorce

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Nuestra carne se alimenta de sueños.
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12 comentarios:

  1. De qué se alimentan nuestros sueños? miedo me da ;)
    Preciosa foto
    Un abrazo

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  2. Y me temo que estos al final desaparecen, dejándonos en los huesos, famélicos. Toda una teoría de la vejez. Detrás, el tiempo.

    Abrazos.

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  3. ¿Dejar de soñar para adelgazar?
    A ver si será eso...

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  4. ¿Nuestra hambre crece con las pesadillas?

    Me dejas, siempre, pensando, Gemma. Por ello, gracias.

    Un abrazo.

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  5. Gemma, me confieso sin pudor: Carnívoro.

    Abrazo termino medio.
    Sergio Astorga

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  6. Yo he tenido esta noche uno muy hermoso, pero a pesar de haberme levantado satisfecha no he perdonado el desayuno.

    Abrazos.

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  7. ¿Y si se secan los sueños, la carne se enferma, se pudre y se muere?
    Inquietante reflexión
    Saludos

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  8. Así estoy yo... de pasarme la vida en un sueño.

    Beso encarnado, meine Zauberin.

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  9. Esta mañana he telefoneado a mi doctora para informarla que mi colesterol se debe, sin duda alguna, a un exceso de sueños saturados (aquellos formados por un átomo de carbón, uno de hidrógeno y dos de melancolía por todo aquello que no fue y probablemente tampoco será) .

    Un beso bien despierto, Gemma

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  10. Anita, un bucle infinito, sí. Un abrazo!

    Agus, tal vez sea como dices y nuestros sueños se alimentan de carne. Un beso

    Araceli, jaja. Quita, quita. Que se está muy bien soñando y engordando.
    Besos

    Pedro, no estoy segura. Aunque, ahora que lo dices, es probable que las pesadillas se alimenten de nuestra hambre... Un abrazo

    Sergio, jaja, me lo temía. A soñar entonces. Besos!

    Isabel, haces bien. Yo también comparto la buena costumbre de desayunar fuerte para crecer mucho y hacerme grande. Besos

    Ada, justamente. Diste en el meollo del asunto. Un abrazo fuerte

    Freia, pues como Segismundo te veo... ¿Qué tal van esos vídeos? Espero que no progresen demasiado y que puedas descansar lo que necesites. Muchos besos

    Josep, desde luego yo también debo tener el colesterol de sueños altísimo. Menos mal que se trata del bueno... :-) Petons!

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  11. Por eso a los viejos se nos van quedando esas patitas de alambre, porque comemos de lo que más necesitamos.

    Impresionante paso del micro al aforismo.

    De ese museo, todo lo que recuerdo es belleza.

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  12. La que tú nos aportas siempre...
    Besos, Nano

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"