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Ese señor con buena
presencia nacido a mediados del siglo pasado de sonrisa arrebatadora, y ello
sin tener que renunciar a dar muestras de carácter siempre que la
situación lo requiera; ese mismo que todas las mañanas saluda al portero de su
casa con gesto amable o a la viejecita del segundo cuando se la cruza, y que
más de una vez ha tenido que sostener la pesada puerta de acceso al edificio
para que el perrito de lanas de la anciana de lanas no sufriera ningún
percance; ese caballero de aspecto corriente y hasta un punto vulgar, de acuerdo con la
segunda acepción del DRAE, esto es, «común
o general, por contraposición a especial o técnico»; ese que justo ahora se rasca la oreja
y se mide el perfil del estómago frente al espejo, con ganas de
meterse en la ducha e irse a trabajar; ese en fin que duda
entre desayunar un pastelillo de cabello de ángel o una taza de café negro con
su correspondiente zumo de naranja, y no ese
otro greñudo y con el ceño fruncido que ha enfilado el pasillo en dirección al
baño dando un portazo, un misterio de hombre ese tipo, acaba de descubrir con
fastidio que no tiene entidad suficiente para convertirse en el
protagonista absoluto de esta historia especial.
...* La ilustración es obra de Veronica Leonetti, de su bitácora La muerte del espejo.
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Te leo muy inspirada, querida Gemma.
ResponderEliminarDesde luego que no cualquier personaje tiene entidad suficiente para uno de tus micros. Qué ganas de leerte ya en papel.
¡Qué bueno! Contigo todo el misterio queda aclarado y al descubierto
ResponderEliminarEso por dar el portazo.
Besos.
Aún tengo la duda de quién descarta a quién. Creo que es una pieza que podría leerse al revés, cambiando los términos, o los personajes. Y quizá las circunstancias seguirían siendo las mismas.
ResponderEliminarAbrazos.
Araceli, ¿tú crees? Tus comentarios siempre me arrancan una sonrisa. Muchas gracias, guapa. (Lo mismo digo con respecto a tus piezas... A ver... a ver...)
ResponderEliminarIsabel, el portazo era en realidad para despistar, pero ya veo que a ti no se te despista tan fácilmente. Besos!
Agus, jaja. Yo tampoco lo tengo muy claro. Ambos me despiertan simpatía por motivos distintos... Isabel me decía en su comentario que había destapado el posible misterio de la pieza, pero tus palabras me han dado nuevas esperanzas. :-) Un abrazo
Este texto se podría leer desde los dos sitios, es decir, asomándote a la terraza del narrador o asomándote a la cornisa del personaje, mirándose el uno al otro con recelo, aunque parezca que la última palabra la tiene el narrador, pero el personaje es el que manipula. Muy bueno, Gemma. Besos.
ResponderEliminar¡Genial!, mi MegaMaga.
ResponderEliminarMe encantó lo de "la anciana de lanas"
Un abrazo grande.
Gemma, puro tecnicismo, del bueno: el que explora, le crese una giba; derrapa bajo la guía; da un manotazo; se enfunda en su palabra y se deja al servicio del lector.
ResponderEliminarUn abrazo técnico.
Sergio Astorga
Hasta ahí podríamos llegar, que los personajes eligieran si ser o no ser, si tener o no tener lo que tú les vas a dar.
ResponderEliminarA éste, tan cotidiano y humano, lo has dotado de una dimensión fenomenal por cierto.
Abrazos.
Manu, efectivamente, qué mejor modo de captar la atención que dando un portazo a tiempo. El narrador se limita aquí a dejarse seducir, sí. Besos
ResponderEliminarFreia, ya sabes que los dueños se parecen una barbaridad a sus perros... Buena observadora. Espero que hayáis disfrutado a lo grande de Venecia. Más besos
Sergio, estos dos personajes están dispuestos a hacer lo que sea por ganarse al narrador... Muy cierto. Abrazos
Susana, este "tan humano" como dices respondería al clásico arquetipo del encantador de serpientes. De ahí el despliegue de encantos sin número que escenifica... Una abraçada
Vulgar/especial, especial/vulgar... yo creo que mejor que se lo desayune todo, que lo va a necesitar.
ResponderEliminarUn abrazo, Gemma.
PS: Yo pensaba que podría regalar tu libro estas navidades ¿no sale ya?
María, creo que va a salir entre enero y febrero próximos, según me ha comentado el editor, si todo va bien. Muchas gracias por tu interés. (Yo también sigo a la espera de que aparezca el tuyo... Ojalá sea muy pronto).
ResponderEliminarBesos!
Verónica está tremenda.
ResponderEliminarY tú demuestras que la técnica está para ponerla al servicio de la escritura; y no al revés.
Apasionantes esos dos.
Pues me gustó este tecnicismo, Gemma.
ResponderEliminarTe mando un abrazo de lo más simple,
P
Nano, Veronica "escribe" sus dibujos, o a mí me lo parece siempre... Toda la razón. Un abrazo
ResponderEliminary Pablo, pues agradecida quedo. Otro para ti
Qué maravilla y placer acompañar a tus letras, Gemma.
ResponderEliminarSoy una creadora despistada y aveces algo desconectada y no lo había visto. Mil perdones.
Lo bueno es que ahora llega como un regalo navideño.
Un abrazo y felices fiestas!
Otro grande para ti
ResponderEliminarMUy bn
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