Dos
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Frente al estratega del espíritu, el escéptico del corazón. Mientras el primero suele confiar ciegamente en el optimismo racionalista, el segundo se limita a dar por sentado que nada se asienta. Ni siquiera la voluntad.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
El estratega del espíritu y el escéptico del corazón. Vaya forma de dejarme atrapado hacia nuevas ideas.
ResponderEliminarLa primera frase me parece brutal, hipnótica, capaz de desarmar a cualquiera. Luego el shock se diluye, y uno empieza a tomar conciencia de lo que cuentas. Me encantó. Un desvelo.
ResponderEliminarAbrazos.
Tal vez lo mejor sería confiar ciegamente en que nada se asienta. De esta forma, al corazón le sería mucho más fácil dar por sentado al espíritu y a este poder descansar sus escépticas piernas.
ResponderEliminarTe doy mi palabra de no volver a dejar el medicamento.
Un pe tó gran i voluntariós…
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Hay un tercero, el optimista de lo sensible, que cree que merece la pena engañarse a uno mismo sobre el fondo de dolor.
ResponderEliminarEsteban, uno y otro se necesitan como sólo lo hacen los espíritus contrarios.
ResponderEliminarUn beso
Agus, esta sección se propone algo parecido: exponer el esbozo de un pensamiento para, de inmediato, pasar a analizarlo. Gracias y abrazos
Jajaja, Josep, me encanta tu versión (aunque, en realidad, sea más bien una 'reversión' estupenda). Lo cierto es que preferiría seguir contando con esas píldoras de humor que nos administras con tanto acierto. Una forta abraçada
Nano, amén. A ti también te vamos a entregar el diploma de doctor titulado. Muy bueno. Besos
Gemma, tanto el uno como el otro y otro mas (Nan) quedan con los mangas descocidas de tus lectores,
ResponderEliminarEl Micrismo es la impronta de todo estar cuando de escribir se trata.
Abrazos dos, bueno tres.
Sergio Astorga
Sergio, voy a poner enseguida a buen recaudo esa propuesta tuya de definición.
ResponderEliminarMil gracias y cuatro abrazos de vuelta