miércoles, 9 de noviembre de 2011

La verruga

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Tenía en la cabeza una especie de verruga salvaje que no podía evitar rascarse con frenesí. Cada vez que lo hacía la excrecencia crecía como un junco silvestre, aunque su textura no fuera verde ni suave sino, por el contrario, rojiza y rugosa, semejante a una lija. Temía que le empezaran a nacer hijas y hojas por todas partes, así que sin sentarse a esperar en qué quedaba la cosa, se plantó audaz frente al espejo y comenzó a tirar fuerte de sí como si fuera un cable de fibra óptica. Para su sorpresa, el junco resultó raíz milagrosa. En cuanto la hubo arrancado por completo, un océano de desasosiego la colmó por dentro. Nadie quiso asomarse en todo el día por el agujero.

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10 comentarios:

  1. Es comol arrancarse la persistencia salvaje de la infancia y la juventud. Deja un hueco que nadie quiere mirar.

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  2. Buen relato Gemma, un placer leerte.
    que tengas una bonita semana.
    un abrazo.

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  3. Se me ha puesto la raíz del pelo como escarpias hacia abajo. ¡Qué salvajismo el de esta verruga!

    Abrazos domesticados.

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  4. Para desasosiego el que produce la lectura de tu texto. Es mágico que las palabras puedan causar sensaciones físicas.

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  5. Exquisita manera de contarlo, jugando con las hojas y los hijos, con la sonoridad del lenguaje. La imagen que describe es muy buena, y hasta yo he vuelto la cabeza la terminar de leer para no mirar por ese agujero.

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  6. Ese agujero es la nada, el vacío. Y en el hueco no hay ni tiempo. Incluso no sé si hay ya agujero. Me parece exquisito, Gemma. El lenguaje, poesía.

    Abrazos.

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  7. Nano, el hueco que deja el desasosiego tiene infinitos rostros; uno de ellos podría ser ese mismo que mencionas. Abrazos

    Ricardo, muchas gracias e igualmente. Otro para ti

    Lola, lo ominoso supera siempre cualquier barrunte de nuestra imaginación. Se trataba de eso mismo: de helaros la sangre. :-))
    Besos

    Jesús, si entre ellas estaba el escalofrío me doy por satisfecha. Un abrazo

    Maite, hay una sonoridad secreta que recorre y pauta de principio a fin la evolución del texto. Celebro que lo hayas notado. Abrazos y gracias

    Agus, del mismo modo que ese agujero es trasunto de la nada, creo que esa verruga podría estar representando, en forma de excrecencia, todas aquellas experiencias ingratas que también cargamos a nuestro pesar; una especie de "activos tóxicos", por usar un símil económico actual... Besos

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  8. Vi una foto de este bosque en facebook y, la verdad, es muy desconcertante.
    Me gusta mucho en lo que la has convertido.

    Besos, Gemma.

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  9. Sorprende, inquieta y te empuja hasta el borde de precipicios precisos (sucede a menudo que agradezco, y mucho, leer lo que tus palabras dicen y tambien, y mucho, lo que silencian).

    Com sempre, un gran plaer....

    Pe tons.

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  10. Jesus, celebro que te haya gustado. Esos árboles del vídeo tienen un nosequé siniestro de raíces vueltas del revés, ¿no te parece? Un fuerte abrazo

    Josep, algunas soledades resultan no menos inquietantes que ese agujero oscuro como boca de lobo. Petons

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"