Gracias, Lola, por este Gavilán precioso.
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Y durante un tiempo incierto, no sabría decir hasta cuándo, un gavilán de plumaje lustroso y pulidos hábitos la estuvo visitando a diario. Solía posarse a la misma hora sobre la barandilla del balcón que daba a la calle. Un día suave alzó de improviso su canto bellísimo de jilguero gigante. Luego desapareció con la misma ligereza con que había regresado.
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* Si pincháis en el nombre de Lola accederéis a su bitácora y al micro original que ha servido de inspiración -qué suerte la mía...- a su dibujo.
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* Si pincháis en el nombre de Lola accederéis a su bitácora y al micro original que ha servido de inspiración -qué suerte la mía...- a su dibujo.
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Hola :
ResponderEliminarMe llamo Roxana Quinteros soy administradora de un sitio web. Tengo que decir que me ha gustado su página y le felicito por hacer un buen trabajo. Por ello me encantaria contar con tu sitio en mi directorio, consiguiendo que mis visitantes entren tambien en su web.
Si estas de acuerdo hazmelo saber enviando un mail a roxana.quinteros@hotmail.com
Roxana Quinteros
Precioso dibujo y muy hermoso texto. Hay regalos así, visitas de seres extraños que desaparecen tras su "canto bellísimo de jilguero gigante". Al menos lo oímos. Fugacidad y desconcierto atrapados en unas pocas líneas.
ResponderEliminarMe has dejado out con la última frase. Todavía le estoy - y le estaré - dando vueltas. Exquisito, Gemma.
ResponderEliminarAbrazos.
Me encanta que el gavilán alce su canto, y no su vuelo, como si tras ser nuestros deseos ya no tuviera lugar.
ResponderEliminarSiempre sugerentes tus micros, Gemma.
Besos
Asombroso gavilán de sorprendentes hábitos. Deja cierta expectación en el aire.
ResponderEliminarBesos a ambas.
Precioso regalo, MegaMaga querida.
ResponderEliminarUn abrazo alialzado.
Roxana, gracias por el ofrecimiento.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Olga, los dibujos y pinturas de Lola resultan siempre muy sugerentes. Celebro que te guste. En cuanto al micro, esta escena, que alguien podría creer absolutamente ficticia por el solo hecho de aparecer en ella pájaros de plumaje lustroso, ocurrió tal cual hace un par de meses estando yo delante del ordenador como ahora. Un beso grande
Agus, qué bien que te guste. Esa frase última surgió, después de varias correcciones, como por ensalmo, a modo de revelación. Me sucede a menudo. Abrazos
Jesus, ese jilguero gigante de cantar suave y modales pulidos se posó a diario sin falta durante una semana entera. El último día, antes de esfumarse, cantó a pleno pulmón... Un ánima parecía. Besos
Susana, eso mismo pensé yo: eres gavilán pero podrías ser perfectamente quien yo me sé, sobre todo tras constatar que me visitaba a diario. Su canto me supo, por lo mismo, a despedida formal. Una abraçada
Freia, jaja. ¿Verdad que el dibujo es una maravilla? Lo he puesto a buen recaudo dentro de mi carpeta de imágenes del ordenador. Besazo
"Y durante un tiempo incierto" me ha predispuesto desde el principio a leerlo como un cuento que me contaran para dormir. Y la dulce expectativa mágica no se ha desmoronado con el resto.
ResponderEliminarFelicidades a las dos.
Me gusta mucho la idea de un gavilán cantando como un jilguero, es hermosa, me imagino un canto bonito con altavoz. Abrazos.
ResponderEliminarNán, esos ecos mágicos parecen convocar al hombre desde antiguo, muy cierto. De eso mismo se trataba: de ficcionalizar una experiencia; que en este caso en particular se desarrolló tal cual. Un beso
ResponderEliminarManu, algo así debió de ser, jaja. El gavilán era gigante por su canto y su vuelo. O eso me pareció a mí. Abrazos