"Carnaval"
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Sólo era él mismo en Carnaval, cuando se vestía de mujer fácil y lanzaba piropos groseros a los hombres que le gustaban.
El resto del año era otro.
Un mero disfraz.
Rubén Abella, Los ojos de los peces, Menoscuarto, Palencia, 2010, p. 15.
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"Un mero disfraz (1)"
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Carnaval y un mero disfraz el año que se vestía de otro, cuando lanzaba piropos groseros a las mujeres. Sólo en Carnaval le eran fáciles de gustar; el resto, era el mismo hombre.
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"Un mero disfraz (2)"
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Carnaval y un mero disfraz el año de vestirse de otro, cuando lanzaba piropos groseros a las mujeres. Sólo en Carnaval era fácil que le gustasen; el resto, era el mismo hombre.
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"Un mero disfraz (3)"
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Carnaval y un mero disfraz el año que se vestía de otro, cuando lanzaba piropos groseros a las mujeres de gusto. Sólo en Carnaval le eran fáciles; el resto, era el mismo hombre.
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"Un mero disfraz (4)"
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Carnaval y un disfraz de mero que le vestía el otro, cuando lanzaba, gustoso, piropos groseros a las mujeres fáciles. Érase sólo en año de Carnaval; el resto era el mismo hombre.
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Un juego malabar en toda su vorágine, a partir de un pieza espectacular. Cada vez más, nuestra realidad se asemeja más a esa irrealidad.
ResponderEliminarAbrazos.
Me ha encantado lo del disfraz de Mero. Quiero uno.
ResponderEliminarCreo que el que más me gusta es el (4), aunque todos tus puzzles creativos me parecen interesantes muestras de un caleidoscopio manipulado con precisión.
ResponderEliminarAbrazos.
Carnaval y un disfraz de hombre, cuando lanzaba a las mujeres fáciles un mero que le vestía el otro y él mismo. Era sólo un año de piropos groseros; el resto era gustoso Carnaval.
ResponderEliminarAhora mismito voy a la pescadería y me encargo dos o tres meros frescos a más no poder.
Un pe tó samba.
Estos son claros ejemplos gráficos de lo que puede cambiar la vida de alguien con solo mover una pieza. Me gustó mucho y el juego de colores permite ver con mucha mayor claridad los cambios.
ResponderEliminar¡Cómo dominas estos malabares! Incluso llegas a cambiar en la cuarta versión todo el sentido, por eso lo prefiero.
ResponderEliminarY con la dificultad que tiene el buénisimo Carnaval de Rubén.
Me asombras.
Besos.
Me quedo con el cuarto malabar, el mero final;-)
ResponderEliminarKisses.
Agus, a la primera versión le añadí tres más. Tu comentario llegó tan precoz como oportuno. Va a ser verdad que el surrealismo sea el costumbrismo del siglo XXI... Un abrazo
ResponderEliminarAraceli, jaja, me lo temía...
Susana, barajar para entender qué nos quieren decir las palabras. Me alegro de que te gusten. Un petó
Josep, buen intento. Te ha salido incluso más surrealista que los míos, jaja. Una abraçada forta
Maite, con solo mover una pieza o entender (e incluso malentender) un movimiento dado..., sí, estoy de acuerdo. Un abrazo y gracias
Isabel, el libro entero es muy recomendable. Junto con el de Moyano (Teatro de ceniza), me parecen ambos libros de micros buenísimos. La cuarta versión es la que prefieres por ser la más disparatada, ¡reconócelo! :-) Un beso
Olga, veo que coincides con Araceli e Isabel. Debo reconoceros que se trata de la última variación ejecutada; por lo mismo tal vez sea de la más fresca (y loca)... Un besazo
Gemma, este artificio de mostrar y esconder al mismo tiempo es el nervio del malabar, después de leer, ya sin antifaz, sigo siendo el mismo hombre, que pena, ¿no?
ResponderEliminarLa lectura cambia, pero no tanto, ¿o si?
Un abrazo de carnaval.
Sergio Astorga
Yo también me sumo a las más alocada versión.
ResponderEliminarEs que las palabras son muy jugeutonas en realidad, están deseando que las desordenen...y detrás de estos juegos se encuentra el sentido más profundo
sobre los significados y la función del lenguaje.
Doy abrazo te
Sergio, pues a mí no me parece mal que sigas siendo el mismo. :-)
ResponderEliminarLa lectura va cambiando en función del sentido que un disfraz supone para cada uno de los hombres, que no tienen que ser necesariamente el mismo. Un abrazo
Rosana, justamente. Me gusta ver qué posibilidades semánticas encierra un número determinado de palabras. Un beso