Quiroamante
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* La composición ("Simulacros V") es de Veronica Leonetti, autora fabulosa del blog La muerte del espejo.
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Versión 2
"Quiroamante"
-Dame la mano, le dijo, compungido.
Pero ella dudaba. Lo miraba de sesgo, y no se convencía.
-Que me des la mano he dicho.
Le entregó el alma en vilo.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Es una maravilla esta mujer.
ResponderEliminarCuánto dices en unas pocas frases. Y cuántas historias resuenan en la memoria, unas dentro de otras, como las manos de la fotografía. Me provoca un efecto caleidoscópico.
ResponderEliminarAbrazos.
En esa forma de pedir y coger la mano se esconde un futuro desalentador, o quizás un pasado terrible. Una pieza tipo péndulo, hipnótica, sin escapatoria. Enhorabuena, Gemma.
ResponderEliminarAbrazos.
La propuesta es demasiado vertical. No hay curvas en las que acercarse y pernoctar.La duda va vestida de vacío y la orden de desafecto. Fórmula maldita:desafecto=desencanto=vacío elevado al cuadrado.
ResponderEliminarEs tan real que me produce miedo.
Saludos
Hay mucho de desesperación, primero en ese ruego, y luego en la urgencia de la orden. Y quien da, da a tumba abierta. Temblores me han dado a mí.
ResponderEliminarAbrazos a pares.
¿Por qué será que la palabra maltrato no se me va de la cabeza desde que leí tu inquietante texto? Y vuelve, martillea y se aleja. Y regresa de nuevo para picotear la mano. A mí también se me han puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarHabría sido un excelente micro para el Miedo de Delirio. Más que miedo, terror callado.
Un abrazo, Zauberin.
Gemma, qué sorpresa más bonita! muchas gracias!
ResponderEliminarTus palabras abren y cierran esas manos. Acarician esa alma.
¡Qué bien interpretas esta hermosa imagen!
ResponderEliminarEsa mirada al sesgo dice tanto, que una espera que se caigan en esa verticalidad y escapen.
Abrazos a las dos.
Hay gente que, incluso en los manglares del amor, confunde el decir con la obligación de ser obedecido; a este compungido de ordeno y mando le ofrecería yo la mano, eso mí, levemente entrecerrada y apoyada en su nariz.
ResponderEliminarPuestos a escoger, me quedo con los ”papiroamantes” (parece ser que recortan efímeros besos sólo por el juego de querer y jugar).
Un pe tó con el vilo en alma.
Un texto lleno de pliegues, como las rayas de las manos de unos amantes.
ResponderEliminarHola, Gemma. Acabo de descubrir tu blog. Mea culpa: soy un paria cibernético, me muevo poco por la red. Me ha encantado el texto, como suspendido en el aire, en ese oxígeno precario que desgastan poco a poco los locos de amor. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarLara, desde luego que sí. Un besote
ResponderEliminarSusana, hay situaciones extremas, como la de la escena representada, que son -creo- universales. No tanto por el diálogo mínimo que intercambian los personajes, cuanto por la intensidad del momento. Una forta abraçada
Agus, captaste muy bien la sensación de agobio que quería dar, como si ambos personajes fueran víctimas de igual modo de su circunstancia. Un abrazo
Ada, es una escena llena de tensión. De ahora o nunca. Decisiva por tanto. Y violenta. Es curioso cómo algunos de vosotros es lo primero que captáis: esa carga de violencia contenida. Un beso
Lola, esa idea precisamente quería transmitir: de vida o muerte, o como tú muy bien dices de "a tumba abierta". Abrazos
Freia, hay que ver lo sensitivos que sois algunos. Me admiran vuestras percepciones, porque a veces es como si alcanzarais a ver más allá de lo que yo había previsto. Podría ser una escena de maltrato, por qué no. Besos y abrazos
Veronica, gracias a ti. Tus dibujos o fotomontajes, o como sea que les llames, resultan de lo más inspiradores. Al menos, a mí me lo parecen. Me sugieren siempre infinidad de cosas. Un beso
Isabel, eso mismo: que escapen. Yo también se lo deseo. :-) Un besazo
Josep, me encanta eso de los 'papiroamantes'. Tendrá algo que ver con la papiroflexia, supongo.
Otro con el vilo en calma :-)
Manu, qué bien que lo veas con varios pliegues, y hasta ambiguo en su posible interpretación. Yo creo que determinadas circunstancias se viven, involuntariamente si se quiere, cargadas de tensión. De ahí que ambos sean víctimas de sus propios afectos, tal como señala Miguel Ángel. En la literatura medieval, los amantes sufrían a menudo "mal de amores", y de hecho era frecuente tratarlos como "enfermos de amor". Un abrazo
Miguel Ángel, pues yo aprovecho la ocasión para decirte que me gustó muchísimo tu libro "Esquina inferior del cuadro". :-) Pásate cuando quieras, que yo estaré encantada. Gracias por tu comentario y un abrazo
Es un texto que me deja con un profundo sentimiento de tristeza, que me conmueve. Como lectora,no puedo pedir más...
ResponderEliminarQué bueno, Araceli, lo que me dices.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Gemma, las mancias siempre tienen profundidades inexpugnables en los terrenos amatorios. En los económicos ni se diga.Disculpa esta digresión o hilaridad. Las tragicomedias como la de Calixto y Melibea me encantan.
ResponderEliminarAbrazo celestino.
Sergio Astorga