lunes, 26 de septiembre de 2011

Lo que de verdad importa

...
...
Si un hombre nos dice tengo sed tengo hambre tengo sueño y miedo mucho miedo en realidad sabremos enseguida que ese hombre ese niño esa mujer dicen la verdad cómo iban a mentirnos ante situaciones tan extremas tan carentes de pudor tan llenas de necesidad y desasosiego. Si un hombre nos dice ven quédate hasta mañana no temas mírame escucha lo dice porque está queriendo porque te está queriendo porque quiere seguir queriendo a qué dudarlo un trecho más. Si un niño una mujer un muchacho y hasta un viejo hombre al fin y al cabo te llama por tu nombre te solicita te reclama te pide compañía o que le permitas que se quede no lo dudes lo hace por voluntad propia por pura querencia por sueño desaforado porque sí vete a saber por qué lo hace. ¿Acaso importa?
..

19 comentarios:

  1. Qué gozada, Gemma! Increíble lo bien que se puede leer esto sin comas lo bien que te quedó porque así puedo decirte de la misma manera que me ha encantado.
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  2. Está muy bien acoger al que quiere ser acogido, pero ¡ay!, tenemos tanta desconfianza, tanto miedo al descalabro, que la muchas veces damos con la puerta en las narices.
    Me gustó la forma en que nos has mostrado esa necesidad universal de ser querido y aceptado, no importa por qué.

    Besos y abrazos acogedores.

    ResponderEliminar
  3. Una forma emotiva y visceral de expresar los sentimientos más viscerales. La clave sería para mí 'a qué dudar', y la pregunta final...
    Siempre me sorprenden tus textos poéticos (sobre todo porque conecto con ellos a pesar de mi manifiesta sordera poética).
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Supongo que lo que en realidad importa es ser, estar, y querer ser y estar. Lo demás, como bien dices, qué más da. Me encanta la forma que elegiste para decirlo, la prosa y sy nebulosa, y la estructura que va y viene sin tiempo ni causa. Una pieza de vanguardia.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Esa suite de Henry Purcell invita a la relajación... Me eché a escucharla y casi me duermo al final, escuchando el galanteo de las olas con los guijarros, o eso parecía.

    Interesante reflexión, y hermosa forma de escribirla. Lo que en realidad importa... Si es un desconocido quien nos plantea esa necesidad, ¿qué es entonces lo que en realidad importa? ¿Es lo mismo que si fuese un amigo? Creo que en el primer caso la respuesta la proporcionaría el instinto de conservación... Aunque creo también que la respuesta solo puedes obtenerla cuando y si te encontrases en una situación semejante.

    ResponderEliminar
  6. Buen recurso ese de no poner comas, pero sobre todo, bien utilizado, porque nos lleva sin aliento, pero sin sofocarnos, a sentir ese vértigo de lo que en realidad importa. Como aquí, que lo que en verdad importa es el mensaje interno del texto. Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. jo, Gemma. Qué depuración de las sensaciones. Qué maravilla. Y como no se me ocurre decir otra cosa que me he quedado maravillado, lo sibo al FB, que notodo va a ser política.

    ResponderEliminar
  8. Un texto excepcional, Gemma, no puedo añadir más. Me ha tocado cada una de mis células con velocidad de neutrino.

    ResponderEliminar
  9. Gemma, a veces el comentario no importa tanto como la acción. Este es el caso.
    Las acciones que no llevan una ética, (entendida como reflexión) de por medio son de dudosa valía.

    Un abrazo que busca amparo.
    Sergio Astorga

    ResponderEliminar
  10. No he notado en una primera lectura ni la falta de signos y es que el sentimiento que tiene el texto te lleva de la mano hasta el final.

    Un placer y besos.

    ResponderEliminar
  11. Hermosísimo bote para intentar capear el enorme temporal que nos zarandea (consigue remontar las enormes olas de sinsentido con apenas un par de remos de esperanza).

    Gratitud i pe tons.

    ResponderEliminar
  12. Os había contestado por extenso e individualmente, pero Google se ha tragado mi respuesta a vuestros amables comentarios. Sirva este al menos de breve disculpa. Gracias como siempre.
    Abrazos y besos

    ResponderEliminar
  13. La combinación de la música de Purcell y la lectura del texto nos muestra una verdad clara y distinta, a la manera cartesiana, imposible de poner en duda, incluso sin comas. Por eso, contra su forma, nos produce sosiego reconocerla.
    Precioso texto.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Un texto muy trabajado que da la impresión de ser un monólogo interior, pero que lleva mucho dentro. Una gozada.

    ResponderEliminar
  15. Lo leo de un tirón y me sobrecoge. Decirte que siempre se miente, aunque sea por piedad, aunque sea ante situaciones extremas. Las dudas nacen de la desconfianza y esta de la mentira. Los sueños son los que nos mantienen, lo que importa. Todo lo demás importa más o menos dependiendo del grado y lugar que le concedamos, pero los sueños importan, nos hacen libres, nos elevan y nos salvan, sobre todo nos salvan.
    Buena y bella reflexión.
    Saludos

    ResponderEliminar
  16. Un texto que marcha, buena técnica y con contenido muy afectuoso.
    Te dejo un cariño.
    HD

    ResponderEliminar
  17. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Abrazos

    ResponderEliminar
  18. Me has dejado sin habla.
    Estupendo contenido y original prosa.
    Vengo de lugares amigos y me ha encantado encontrar este blog.
    Un placer.

    ResponderEliminar
  19. Me ha gustado mucho este texto, sin descanso sin aliento hasta el final y sabe conmover ahí donde a todos nos duele..me gusta el título y la frase final que lo resume todo y es contundente.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"