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Al asalto del día
Al asalto del día
se retuerce la niebla
entre ramas esquivas.
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Al asalto del día retuerce la niebla las ramas esquivas.
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*La primera foto, premiada, es de Antonio Rodríguez. La de Abel Murcia, además de recordármela, me ofreció el pie de su título: "Al asalto del día" .
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Imagen poderosa y suave a un tiempo la de esa niebla invertida que le usurpa la acción a las ramas.
ResponderEliminarLa condesa vuelve a "hincar sus hinojos ambos" ante su forma de escribir y yo le mando un abrazo grande y nada retorcido sino abarcador (que otra cosa no será, pero abarcar abarco mucho ;-))
Las dos son preciosas, Gemma, cuando compre tiempo, en un mercado que busco hace unos años, me voy a regalar un curso de fotografía... que ya veréis, ya.
ResponderEliminarBesos
"Al asalto del día se retuerce la vida entre ramas esquivas....".
ResponderEliminarBailan tus palabras justo cuando me asalta la noche. Se agradece.
Un petó, Gemma.
Perfecto pie de foto este que has diseñado para hacer conjunto con una estupenda instantánea. Abrazos entre neblina.
ResponderEliminarLírico, preciosista, buenísimo.
ResponderEliminarBesos de finde.
La vida es eso, no? Tú lo dices muy bien. Niebla que hemos de disipar y ramas que vamos sorteando entre los días y sus noches.
ResponderEliminarPreciosas fotos y bellos versos.
Saludos
Precioso, Gemma. Y también, inquietante. Me gusta mucho ese "se retuerce". Las fotografías son geniales.
ResponderEliminarAbrazos.
Precioso haiku. No cabe mayor perfección entre palabra e imagen. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta esa idea de que la niebla se retuerza en entre las ramas. Realmente debe hacerlo para envolver esas ramas esquivas. Muy bonito.
ResponderEliminarY preciosas las fotos, especialmente la primera.
Me ha encantado volver por aquí, que llevo un tiempo algo desconectada. Voy a leer hacia atras un ratito.
Kisses, sister.
Genial casihaiku.
ResponderEliminarBesos, Gemma.
Perfectas fotos para ese haiku.
ResponderEliminarPerfecto haiku para esas fotos.
Besos perfectos.
Gemma, el instante y su perfección.
ResponderEliminarAbrazo al asalto.
Sergio Astorga
Deberían hacer un arte de los pies de foto en los periódicos, como si fuera "Nuevo Periodismo", aportaría más poética a la realidad que un triste "árboles", sin más. A ver si te "compran" la idea, sería fantástico, Gemma.
ResponderEliminarHola, Gemma. muy bonitas las fotos y tus palabras.
ResponderEliminarEsos árboles me han parecido el bosque de Birnam subiendo a Dunsiname (en un terrorífico Macbeth).
besos
Freia querida, no se enoje Vd., pero no la quiero de hinojos, sino derecha y con la espalda bien recta, propia de su majestad. :-)
ResponderEliminarUn abarcabrazo de esos suyos
Rocío, las fotos de Antonio y Abel, aun siendo distintas, me pareció que compartían un mismo secreto, de ahí que me decidiera a sacarlas juntas. Servidora nunca ha seguido ningún curso de fotografía, pero siento un gran interés por el arte y la fotografía en general. (Avisa cuando saques tus fotos). Abrazos
Josep, sin duda hay que dejar que bailen a su aire cuando ellas lo requieren, estamos de acuerdo. Més petons
Maite, más que la perfección, me mueve la necesidad de lograr cierta precisión en el lenguaje, así como en la creación de atmósferas. Muchas gracias y un abrazo
Lola, escueta, generosa y directa. Más gracias y abrazos
Ada buena, pues a mí me gusta mucho tu glosa. Un abrazo grande
Agus, la niebla espesa, con su helor y densidad, debe de contribuir de algún modo a ello, no me cabe duda alguna... Abrazos
Isabel, todavía no sé si se trata de un pseudohaikú, de un poema, un aforismo, un micro elíptico o de un simple pie de foto, pero celebro de todos modos que te haya gustado. :-)
Un beso
Olga, qué bien que te haya gustado. Me das una alegría. Mil gracias, sister. Un besazo
Torcuato, sin casi gracias. Otro para ti
Javier, en sentido estricto, acabo de consultarlo, un haikú sería -según el DRAE- una composición poética de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. A mí no me salen las cuentas ni me propuse tampoco escribir ninguno, pero es cierto que se le asemeja bastante en cuanto a su forma y concisión. Un fuerte abrazo
Sergio, la perfección del instante y vuestros comentarios siempre generosos. Mil abrazos
Manu, jaja. 'Nuevo periodismo a pie de foto', se me ocurre que podrían llamarlo. Abrazos
María, sí que tienen algo de terroríficos, no te falta razón. (Sé de alguien que ha impreso unas cuantas páginas para leerlas muy pronto...) Besos
A todos, he añadido una segunda versión que hace la primera más inocente si cabe.
De los dos significados, tan distintos a pesar de la cercanía de las palabras, me quedo sin duda con el primero: ese retorcerse entre, como de serpiente. Y es la niebla la que sufre; sin tocar el bosque, que permanece igual.
ResponderEliminar"Sin tocar el bosque, que permanece igual". Si la primera versión apuesta por esa lectura que tú haces, la segunda en cambio apostaría por la contraria. Lo viste muy bien, señor Lince. Así, mientras la niebla se retuerce en la primera porque se resiste al asalto del día, aun cuando éste termine imponiéndose, inevitable ese transcurso del tiempo; en la segunda, por el contrario, la niebla lucha con mayor ferocidad para imponerse al tiempo con el fin de congelarlo o detenerlo un poco, aunque al cabo tampoco pueda frenarlo. Besones
ResponderEliminarCierto, Gemma. Conté mal. No es un haiku. Lo mío no han sido nunca las matemáticas. Abrazos.
ResponderEliminarLo mío tampoco, querido Javier. Ni la física siquiera. Besos
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