..
Nada más despertar de la siesta, descubrió que bastaba
estirar los dedos, extender brazos y piernas, para congraciarse con el aire de
la tarde. Tras recomponer su vestido de lino echó a andar por caminos
pedregosos y senderos, recabando memorias vegetales. A esa hora los rayos de
sol volvían dóciles zarzales y rosas. Pudo conocer todo tipo de flores y
plantas. Varias veces trató la noche de sorprenderla, derramando
oscuridades. Pero Flor no se amedrentó. En absoluto quería volver a un
redil hecho de parterres; antes bien, prefería reimplantarse en cualquier parte
ventilada, entre semejantes. Y fue así que no regresó. Ha descubierto que adora
las tormentas de verano.
......
Preciosa fábula. Menos mal que aún quedan flores descontentas con su suerte y dispuestas a cambiarla. Besos estivales.
ResponderEliminarY verdín verdecido, esta historia real de mi gusto ha sido.
ResponderEliminarquerida Gemma, con este calor creo que casi todos adoramos las tormentas estivales. Lo que no sé es si las tormentas también nos adoran, creo que más bien no, porque no se prodigan mucho.
ResponderEliminarEn cualquier caso, ya en pocos días nos echaremos a andar. Que tengáis unas felices vacaciones.
Un abrazo
"Otra parte ventilada y sin sombras"
ResponderEliminarFlor busca el sol, ella lo aguanta más que ninguna otra, pero a la vez abraza las tormentas.
Una historia muy hermosa. Con Flor es fácil identificarse.
Besos.
Antonio, menos mal, sí. "Juventud, divino tesoro", que decía mi abuela. ;-)
ResponderEliminarNano, jaja. Muy ripioso te veo. ;-P
Un besón
María, jaja, tienes mucha razón. No se trata -de momento- de un amor correspondido, aquí en Berlín, estamos con unas temperaturas africanas... Un fuerte abrazo, y que disfrutéis de las vacaciones
Isabel, Flor es la imagen misma de la vitalidad. En el fondo, un ideal. Un fuerte abrazo
A mí me encanta esta flor, con la que comparto amor por las tormentas estivales. Ojalá "reimplantarse en cualquier otra parte ventilada y sin sombras" fuese tan fácil como dejarse llevar por la tormenta.
ResponderEliminarUn beso.
Gemma, implantarse, replantarse, trasplantarse, injertarse son maneras muy vegetales de intuir la existencia,
ResponderEliminarMe gusta, solo espero tierra fértil.
Un abrazo silvestre.
Sergio Astorga
Olga, desde luego. A mí también me gustan mucho las tormentas. De niña me daban un miedo terrible, pero según me fui haciendo mayor fui viéndolas más y más necesarias. ;-)
ResponderEliminarUn besazo
Sergio, y plantarse. También hay que saber plantarse de vez en cuando. ;-)
Abrazos de esos que dices
Se puede morir en el intento: muy valiente Flor. Todos hemos querido recoger nuestras raíces en una maleta pequeñas y abandonar el tiesto. Muy chulo Gemma
ResponderEliminarUn texto lleno de buenas imágenes, Gemma. Y que gana con la segunda lectura, reinterpretativa y reconstructiva. Me gustó. Sin más.
ResponderEliminarUna abraçada, Gemma.
Bellísima historia, querida Gemma. Qué linda esa flor con traje verde de fresco lino. Me encantó. Un beso.
ResponderEliminarAhora que he perdido la vena poética (y la he buscado bien, en los dos bolsillos), te digo que cada vez que releo la historia me lleno de ánimo y esperanza (sí, "todo puede suceder todavía" es mi elixir de la juventud). Sobre todo, ese final con esos puntos supensivos.
ResponderEliminarBravo, Gemma.
M'ha agradat, m'ha agradat. I és curiós, a les dues últimes pel·lícules que he vist, les protagonistes surten de la seva "jardinera" per anar per altres camins i conèixer altres flors, estimant tempesta i resistint-se a les nits per finalment reimplantant-se en altres llocs més lluminosos i ventilats.
ResponderEliminarI ara la teva fabula...
Serà un senyal?
petons
Les pel·lícules son:
Nothing Personal i Villa Amalia
PS: Aquesta nit hi ha hagut tempesta d'estiu a Barcelona :o)
Isabel, me alegro de que te guste. El viaje (y hasta la excursión) como vía de conocimiento siempre. Un abrazo
ResponderEliminarVíctor, aunque toda fábula se proponga transmitir alguna enseñanza, quería que ésta lo hiciera sin echar mano de moralejas explícitas ni seriedades excesivas. Un abrazo
Izaskun, qué bueno que te haya gustado mi fábula pasada por agua. ;-) Un besazo
Nano, a mí me gusta mucho ese elixir de la juventud que te gastas. Vida, vida y más vida siempre. ;-P
Fra Miquel, haha (he vist que en català rieun així...). Sempre que hi ha algun vegetal de protagonista rebo la teva feliç visita. com tu, també jo crec que s'han d'atendre les senyals. Qualsevol senyal que ens faci el favor de pronunciar-se. ;-)
Moltes gràcies per les pel.lis, no les conec. Les buscaré quan torni a Barcelona.
(Des de Berlín estem seguint el campionat d'atletisme i ja he vist quin xàfec ha caigut.)
Una forta abraçada