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circula, voraz y atropellada,
por ramas, branquias y raíces.
Empaña el tendido del aire
para surcar estambres, y una vez
desatada, discurre por hojas sin talle,
tallos escuetos y regueros de varices:
su pulso oscuro desvela porvenires.
...
Pero también:
La savia que arrebata circula, voraz y atropellada, por ramas, branquias y raíces. Empaña el tendido del aire para surcar estambres, y una vez desatada, discurre por hojas sin talle, tallos escuetos y regueros de varices, desvelando con su pulso oscuros porvenires.
...
Savia que circula, surca, discurre. Savia que se desata, la que desvela porvenires.
ResponderEliminarPoemazo, señora escritora admirada. Me encantó. Quiero una gotita chiquitita de esa sustancia sabia y arrebatada.
Precioso.
Abrazo desde los pulsos.
me gusta esa savia, que ajena a todo, sigue discurriendo y alimentando al árbol que la aloja.un beso gemma.
ResponderEliminarHermoso camino de ida y vuelta para una foto preciosa. Y mira que yo veo un poema que, presumido, se mira en el espejo para descubrir que puede narrar tan bien como un microrrelato.
ResponderEliminarPrecioso Gemma.
Porvenires alimentados por ella, podríase sustituir savia por inspiración, imaginación, creatividad.
ResponderEliminarEntre savia y sabia anda el juego. Un beso para la última.
ResponderEliminarSalud y República
Con permiso....
ResponderEliminarLlueve alrededor de tus palabras y en el corazón de esta casi noche (desde hace un rato una luz levísima resbala ladera abajo).
Poema afirmativo con el que dan ganas de bailar.
Contento de visitar tu casa/blog
Izaskun, con eso de "poemazo" has conseguido disipar de un plumazo medio kilo de dudas...
ResponderEliminar(Te mando un frasco cuando quieras).
Besazo ;-P
Marisa, para bien o para mal es así. La vida va siempre a su aire. ;-) Un beso fuerte
Jesús, me gusta alterarle la forma a un mismo texto para ver hasta qué punto cambia su sentido, lo hago a menudo, y la verdad es que -de algún modo- lo transforma (como se puede ver aquí en el subrayado en color). Un abrazo y gracias
Isabel, la savia es vida y como tal es al mismo tiempo todo lo que mencionas: creatividad, imaginación, inspiración (y también deseo). ;-) Un abrazo
Rafa, jaja, otro para ti. Gracias, querido. (Veo que también tú te has dejado tentar por el juego de palabras).
y Josep, permiso concedido (y concebido) a perpetuidad. ;-P
Bailar, eso es justo a lo que ellas aspiran. También yo estoy contenta. Gracias. Un beso
Gemma, sabía que la savia corría y te volvía sabia, por eso hoy seré escueto, y solo te diré que los frutos de tus ramas están por venir.
ResponderEliminarAbrazos atropellados.
Sergio Astorga
Me gusta más la versión primera. Visualmente los versos contribuyen a ese fluir de la savia de arriba abajo y viceversa. Por otra parte, le tengo un poco de manía al gerundio. Deja el poema como está, que hermosea muchísimo la ya hermosa fotografía. Un abrazo.
ResponderEliminarEsperemos que los porvenires no sean muy oscuros y que, en caso de que lo sean, la vitalidad de esa savia voraz le dé fuerzas para enfrentarse a ellos y superarlos.
ResponderEliminarLa figura erguida y su dignidad alimentan nuestra esperanza.
un abrazo
Qué perra la vida, ¿verdad?, esa voluntad oscura que nos hace seguir. Querer tener "porvenires". Me gusta mucho como poema en su formato "clásico" de rayas.
ResponderEliminarTambién en su forma de prosa. No tengo esa manía de un comentarista contra los gerundios, si no hay abuso y se usan como tales, no como gerundios falsos. Así que me quedo con la duda de si lo que es oscuro es el pulso o es el porvenir. Porque los dos me lo parecen. Leyendo los dos, se tiene el completo: desde la voluntad oscura se llega, pasando por una manifestación temporal (me encantó lo de "empaña el tendido del aire") a un porvenir oscuro.
Mi posición: declaro empate.
Sergio estimado, muchas gracias. (Y que la savia te escuche a ti también.) ;-)
ResponderEliminarBesos
Gracias, Antonio, por el consejo. Lo seguiré. Ocurre que, con más frecuencia de lo que yo misma quisiera, lo escrito sigue removiéndose en el hueco de la página, incómodo, hasta que por fin encuentra la postura que menos le molesta. Un beso
María, yo también lo espero. ;-)
¡Larga savia a la vida! (o ¡larga vida a la savia!, te lo dejo a tu elección), y un fuerte abrazo para ti
_María_, jaja, igualmente. Suele gustarme indagar en estas variaciones por separado hasta ver dónde desembocan. A veces, en el transcurso del camino, se trastoca la posición inicial de algún adjetivo díscolo, llegando ese cambio imperceptible a subrayar ciertos sentidos con especial preferencia... Un beso
Nano, en efecto, la clave de interpretación la estaría dando, en ambos casos, ese pie de distinto color con vocación de "forzado" (aun sin serlo). En "su pulso oscuro desvela porvenires", no sólo cabe entender como oscuro el pulso (por incierto e irracional), sino también cuantos porvenires seamos capaces de fantasear (en tanto que meras conjeturas, hechas de ensueño o puro deseo). En el segundo, esa oscuridad del pulso ha fecundando la vida por venir con mayor claridad. Por último, en ambas versiones el verbo "desvelar" encierra una ambigüedad que sólo el ánimo del lector podrá desentrañar en cada momento... ;-)
Abrazos sin desvelos
Me quedo también con la primera, tal vez porque el último verso me encanta. Y eso que a la savia no le cuadra mal el gerundio, es una de esas cosas que demuestra su movimiento andando (que es gerundio:-)
ResponderEliminarSn embargo, estoy con Antonio, literariamente hay que tener muchísimo cuidado con él.
Besazo, sister.
Hola Gemma:
ResponderEliminarMe quedo con "Empaña el tendido del aire / para surcar estambres.." Creo que es el fiel donde basculan las dos partes del poema: entre la savia arrebatada ("atropellada") y la "savia desatada". O quizá entre la palabra informe, que promete, pero aún no es y la palabra que se vuelve palabra poética no sólo cuando se "desata", que también, sino cuando comienza a "desvelar".
Interesante, por cierto, el juego del último verso entre "pulso oscuro" = "desvela porvenires".
Y hasta aquí llego.
Creo que no hece falta decirte que me gustó.
salut,
hugo
Pues nada, Olga, ¡adjudicado! Después de ver que Antonio y tú coincidís, no hay más que hablar. ;-P (Tus preferencias son norma, no lo dudes). Besos y abrazos
ResponderEliminarHugo, para mí que llegaste muy lejos. ;-) Me encanta ver con vuestros ojos unos versos que escribí casi a chorro, que es como suelo escribir yo la poesía. A menos que cuente con su empuje poderoso, prefiero -por prudencia- renunciar a ella... Gracias y un abrazo
Es lo que tiene, la sangre que se derrama...
ResponderEliminarVerónica, lo anega todo de vida, o de muerte, vete a saber...
ResponderEliminarUn abrazo