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Última elección
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El pez resuelto al suicidio evita veloz la red en la que moriría con sus compañeros, pasa de largo frente al anzuelo del pescador rutinario que hojea una revista, y traga sin dudar el de un chico que recordará mientras viva los espasmos terribles de su asfixia.
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Raúl Brasca, Todo tiempo futuro fue peor, Thule, Barcelona, 2004.
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Y el chico
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que resuelve el suicidio mientras hojea una revista, recordará su viva elección de tragar rutinario la red en la que sus compañeros evitaron morir de asfixia al pasar de largo, sin dudar de los espasmos terribles que, frente al anzuelo, un pescador ultimaba veloz con el pez.
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¿Qué?
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Resuelto el suicidio mientras el pescador hojeaba veloz una revista, últimamente el chico recuerda que, con su elección rutinaria de tragarse vivo -y sin dudarlo- al pez que moría en la red, sus compañeros evitaron de largo un pasar terrible, de asfixia, frente a los espasmos del anzuelo.
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Imposible pasar de largo cuando asoma uno de los ingeniosos malabares de Gemma.
ResponderEliminarEn Sandman, un cómic, Delirio, un personaje, habla palabras de diferentes formas y colores. Me gustaría darte una opinión pero aún no la tengo. Sin embargo si me ha hipnotizado, ya le he dicho a Ane que si paso mucho tiempo fijo en la pantalla chasquee los dedos junto a mi oreja.
ResponderEliminarDespués de tanto rollo aún te debo el comentario.
Un abrazo
Ai, Gemma, mira que me cuesta entender el criterio utilizado para estos juegos malabares y mira que me gusta a mí jugar con las palabras.
ResponderEliminarSi tienes ganas un día me explicas un poco como va via mail isabelgonzalez1960@gmail.com, si no no pasa nada, es simple curiosidad
Un abrazo
Isa
Hola Gemma:
ResponderEliminar¿¡Solo dos textoS!? ¿no tienes más?
Del primer texto me gusta esa frase final con los "espasmos terribles" del pescador "que ultima veloz con el pez": los dos pillados en torno al mismo anzuelo.
Del segundo, te prometo que intento imaginarme "los espasmos del anzuelo", aunque tampoco tiene desperdicio la conducta heroica del ¿del pescador? ¿del pibe? -¡lo que puede producir en el esófago un pez vivo...y luego llega al estómago ...uy uy, mejor no sigo-.
Pienso que sería interesante que, para el próximo juego de palabras, propusieras a tus lectores que, en lugar de comentarios, hicieran también sus propios juegos de palabras a partir del texto descompuesto. Sólo habría que buscar algún editor -digital o no- que se atreviera con semejante antología y que se tragara "los espasmos del anzuelo", por supuesto.
chau,
hugo
Eres magnífica Gema malabarista (¿no se vale malabárica?). El texto de Brasca es de esos para mí adorables que no me cansé de leer en voz alta a mis alumnos adolescentes que daban un respingo antes de soltar alguna exclamación tipo: "joder, seño, cómo te pasas".
ResponderEliminarTus enresdos me han encantado. Del primero, más la primera parte, del segundo el final. Besoncio.
Después de muchas dudas. Voto por la de abajo. No me preguntes por qué (no hace falta que me lo preguntes, porque voy a responder igualmente), pues sigo confuso y enrededando en las palabras. Pero ahí es donde "me parece" que se ve más claro un ejemplar pez suicida (supongo que chico) y un chico compasivo que cerró los sufrimientos del pez suicida del anzuelo.
ResponderEliminarY si no es así, así lo he visto.
Araceli, jaja. Esta vez cuesta un poco discernir quién es el suicida, quién el cebo y quién el lector de revistas rutinario, pero es que se trata de un malabar con enigma. ;-P
ResponderEliminarBeso
Jesús, descuida, aunque no comentes, se agradece la visita, y la perplejidad. ;-)
El juego consiste en barajar las palabras contadas (de ahí los colores, para que sean más fácilmente distinguibles), sin añadir ni quitar ninguna; aunque se admite cambios de categoría gramatical (de sustantivo a adjetivo, verbo o adverbio, y viceversa), e incluso de conjugaciones y tiempos verbales. Ya te digo de antemano que resulta adictivo... (¡Suerte!) y un abrazo
Isabel, acabo de explicárselo a Jesús ahora mismo con algo más de detalle que la otra vez. Me parece que ya no quedan flecos sueltos.
(Suerte con el intento, para los que queráis animaros a probar).
Abrazos
Hugo, jaja. De momento, sí. A veces la insatisfacción me lleva a probar una y otra vez. No te digo yo que no vaya a intentarlo de nuevo, jeje. ("Los espasmos del anzuelo" vendrían a ser los provocados por él...) A mí me encantaría que intervinierais con vuestras propuestas. Quedamos así entonces. Un abrazo
Izaskun, Raúl Brasca es un escritor de micros maravilloso(-s), coincido contigo. Lo de "malabárica" suena a enajenación transitoria, arrebato de locura o similar, ¿no te parece? ;-p
Besos
Nano, las interpretaciones se van abriendo inevitablemente cada vez que nos topamos con un pronombre posesivo... Porque ¿cómo asegurar, entonces, que el referente era ése y no aquél? (Entre nosotros, a mí me parece que el segundo está algo mejor). Si tú lo interpretas así, por mí bien. ;-P
ResponderEliminarUn besote