Grito extraño. Hasta los monstruos de ficción sueñan con ser reales. La literatura no basta: hace falta también la vida, el contacto con la realidad, con el otro. Mirarse, tocarse.
Ya he vuelto de mis vacaciones, cortas, cuesta incorporarse a las rutinas. Espero que tu verano esté siendo feliz.
No pierdo la esperanza de que un día tus pasos te traigan a Madrid y podamos vernos y escucharnos en la Cueva del Bremen (yo te considero una de nosotros, ya te lo he dicho alguna vez).
Reconozco humildemente mi dificultad para comentar... Pero lo que sí hago y de todo corazón es"Donar-te una forta abraçada", al Doctor Frankenstein un saludo pero desde lejos... no vaya a ser la próxima víctima de sus experimentos... :-O
Nán, jijiji. Mi sobrino siempre dice: Gemma, dolenta! (mala) ¿Por qué será?, jiji. Besos
Marina, gracias por tus palabras cariñosas. Yo también lo espero. Y sí, la literatura sin aliento vital no es vida. ;-P Un fuerte abrazo de feliz regreso
Selma, me gustan tanto tus visitas como tus intervenciones; no lo dudes. Més abraçades ;-)
Freia, buen símil éste de la vida como rayo que no cesa. Me ha gustado.
Lo de que tanto a ti como a Nán os suene bien "dolenta" me lo tomo como un cariño. Decídselo a mi sobrino, jaja, seguro que no opina lo mismo cuando se enfurruña. ;-D
PS: Ya estoy buena, sí. También yo recibí tu correo. Besazo de vuelta
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
¡bárbara! ¿quieres que te quemen?
ResponderEliminarGrito extraño. Hasta los monstruos de ficción sueñan con ser reales. La literatura no basta: hace falta también la vida, el contacto con la realidad, con el otro. Mirarse, tocarse.
ResponderEliminarYa he vuelto de mis vacaciones, cortas, cuesta incorporarse a las rutinas. Espero que tu verano esté siendo feliz.
No pierdo la esperanza de que un día tus pasos te traigan a Madrid y podamos vernos y escucharnos en la Cueva del Bremen (yo te considero una de nosotros, ya te lo he dicho alguna vez).
Un besazo
Reconozco humildemente mi dificultad para comentar... Pero lo que sí hago y de todo corazón es"Donar-te una forta abraçada", al Doctor Frankenstein un saludo pero desde lejos... no vaya a ser la próxima víctima de sus experimentos... :-O
ResponderEliminarNán, jijiji. Mi sobrino siempre dice: Gemma, dolenta! (mala) ¿Por qué será?, jiji.
ResponderEliminarBesos
Marina, gracias por tus palabras cariñosas. Yo también lo espero. Y sí, la literatura sin aliento vital no es vida. ;-P
Un fuerte abrazo de feliz regreso
Selma, me gustan tanto tus visitas como tus intervenciones; no lo dudes.
Més abraçades ;-)
"dolenta" es una palabra preciosa. Y perversa incluso, porque suena tan dulce.
ResponderEliminarMuy original tu blog. Si me lo permites te enlazo al mío para tenerte más cerca.
ResponderEliminarUn saludito
Óscar, gracias por la visita. Y sé bienvenido.
ResponderEliminarUn saludo
"... Y que como a Frankenstein me dé la vida el rayo que no cesa...".
ResponderEliminar¿Ya estás buena? Coincido con Nàn, dolenta es una palabra preciosa y perversa.
Un besazo
Freia, buen símil éste de la vida como rayo que no cesa. Me ha gustado.
ResponderEliminarLo de que tanto a ti como a Nán os suene bien "dolenta" me lo tomo como un cariño. Decídselo a mi sobrino, jaja, seguro que no opina lo mismo cuando se enfurruña. ;-D
PS: Ya estoy buena, sí. También yo recibí tu correo. Besazo de vuelta