lunes, 24 de septiembre de 2012

Alguien habló

..
...
Alguien dijo la otra noche que para ser había que dolerse, aunque para no ser, apostilló enseguida, esté de más entusiasmarse. No sé por qué, pero esas fueron sus palabras; emergieron de su garganta como si alguien hubiera preguntado por ellas, como si respondieran a la solicitud de alguno de nosotros, como si cupiera en serio la posibilidad de que andáramos todos y cada uno reclamándoselas, exigiéndoselas. Qué ocurrencia, pensé. El mundo entero conoce de sobra que para ser hay que dolerse y joderse tan a menudo..., que pocas veces quedan arrestos para el entusiasmo. Un círculo de muerte que se muerde la cola; un pez vicioso. Pero ese alguien que nos habló sobre el sinvivir de esta sinrazón había tratado de obtener nuestra complicidad, así que en cuanto hubo recogido sus cosas, se marchó sigiloso por donde había venido.
....

viernes, 21 de septiembre de 2012

Cuarenta y uno

..
..
.
Para no ser (en cambio) está de más entusiasmarse.
.
.
* El cuadro es de Gerhard Richter y se titula Schädel (Cráneo, 1983). 
.

lunes, 17 de septiembre de 2012

viernes, 14 de septiembre de 2012

Reafirmación

"-Creceré -se dijo-, 
hasta que el dolor recupere su insignificancia".
Nano

.. 

-Envejeceré -volvió a decirse años después-, 

hasta que el dolor recupere su suficiencia".

..

martes, 11 de septiembre de 2012

Cosiendo palabras

....

...
Cosiendo palabras 
encantada, aunque 
no pueda impedir 
que el tiempo 
se desborde.
Gracias, 

Juan.
....
* Las imágenes son del autor de la bitácora, Juan Yanes, gran fotógrafo y microrrelatista. 
También me podéis encontrar aquí: en La Nave de Fernando.
....

Traducción de un micro de Cabré

...
* A comienzos de mes apareció en La microbiblioteca, especializada en el género narrativo más breve, mi traducción al castellano de una pieza inédita de Jaume Cabré, una cortesía de Guri que os enlazo y copio a continuación:
....
Un dia és un dia
....
Havia decidit tirar-s’ho tot a l’esquena per un dia i confirmà la seva presencia a la festa que organitzaven els companys de feina. Telefonà a la dona i l’avisà que no l’esperés, que arribaria tard, un sopar de treball, gent vinguda de fora, els haurem d’acompanyar a voltar la ciutat…, que arribaré tard. Begué, s’entusiasmà amb els acudits i les mosses alegres que algú, amatent, havia fet venir. Ja molt tard, tardíssim, retirà cap a casa cansat, decebut i feliç d’haver fet el que havia volgut durant unes hores. Duia l’espanta-sogres a la mà i el barret absurd de verbenes cofat de gairell i anava un si és no és emboirat. Pujà d’esma les escales i obrí amb precaució. El llum era obert. Hi havia llum a tota la casa. I gent. Plors. Sentia gemegar la dona a l’habitació del nen. Una veïna l’avisà: el nano. I va callar. Ell, immòbil al menjador, deixà caure l’espanta-sogres a terra i avançà lentament cap a la cambra del seu fill. No s’havia adonat que encara portava el barret de gairell sobre una orella.
....
....
Un día es un día
....
Por una vez había decidido ponerse el mundo por montera, así que confirmó su presencia en la fiesta que organizaban los compañeros de oficina. Llamó a su mujer para avisarla de que no lo esperase, que llegaría tarde, una cena de trabajo, gente de fuera, tendremos que acompañarlos a recorrer la ciudad…; vendré tarde. Bebió, se entusiasmó con los chistes y las muchachas alegres que alguien, diligente, había traído. Muy tarde, tardísimo, se retiró cansado a su casa, decepcionado y feliz por haber hecho lo que le daba la gana durante unas horas. Llevaba el matasuegras en la mano y aquel ridículo sombrero de verbena caído hacia un lado, y andaba un tanto achispado. Subió las escaleras sin pensarlo y abrió con cuidado. La luz estaba encendida. Había luz por toda la casa. Y gente. Llantos. Oía sollozar a su mujer en el cuarto del niño. Una vecina lo avisó: el crío. Y enmudeció. Inmóvil en el comedor, dejó caer el matasuegras al suelo y avanzó lentamente hacia la habitación de su hijo. No se había dado cuenta de que el sombrero le resbalaba sobre una oreja.
...

miércoles, 29 de agosto de 2012

Ein Bild wird lebendig / Una imagen cobra vida


Ein Bild wird lebendig

Er heißt Pedro Martínez und kommt aus Valladolid, Spanien. Er ist Uhrmacher von Beruf und sein Hobby ist Bildersammeln. Er restauriert auch gern Möbel und andere alte wertvolle Gegenstände. Er war zweimal verheiratet, aber hat keine Kinder. Seine Wohnung sieht aus wie das Haus eines talentierten Künstlers, obwohl er sich selbst als Handwerker sieht.
Es war einmal eine sehr alte Frau, die eine schöne Uhr zu ihm brauchte, um sie zu stellen. Jedes Mal wenn die alte Dame auf die Uhr sah, war sie auf jeden Fall fünf Minuten vorgegangen oder umgekehrt, das heißt, fünf Minuten später. Das hatte keinen Sinn für den Mann, aber er versüchte, das schöne Gerät zu reparieren. Da das Uhrwerk nach verschiedenen Inspektionen perfekt lief, dachte der Uhrmacher, dass es vielleicht mit der alten Dame zu tun hatte, nicht mit dem pünktlichen Gerät. Endlich konnte er herausfinden, dass das große Problem von der ungeduldigen Frau herrührt: immer wenn sie den Uhrmacher besucht hat, ist sie selbst fünf Minuten entweder vorgegangen oder nachgegangen. Die alte Dame hatte immer auf sich selbst statt auf die Uhr gesehen.
Natürlich war er darüber total überrrascht!


Una imagen cobra vida


Se llama Pedro Martínez y es de Valladolid. Relojero de profesión, su hobby consiste en coleccionar toda clase de pinturas. También le gusta restaurar muebles y objetos antiguos de valor. Estuvo casado en dos ocasiones, pero no llegó a tener descendencia. Su casa podría pasar por el apartamento de un artista inspirado, aunque él se vea a sí mismo más bien como un artesano. 
Un día conoció a una anciana que le trajo un hermoso reloj para que lo arreglase. La señora contaba que cada vez que miraba la hora, el mecanismo adelantaba cinco minutos o, por el contrario, los atrasaba con igual precisión. Aquello no tenía ningún sentido para el hombre, pero aun así trató de arreglar el artilugio. Al comprobar, tras varias inspecciones, que la maquinaria del reloj funcionaba perfectamente, el relojero pensó que tal vez la solución estuviera en la mujer, en lugar de en el dispositivo. Al final pudo averiguar que el problema residía en la impaciencia de la anciana: cada vez que recibía su visita, se adelantaba o atrasaba cinco minutos exactos. ¡Era ella la que no había cejado un segundo en medirse a sí misma en vez de medir la hora en el reloj! Por descontado, el hombre no salía de su asombro.




*Me perdonaréis la extravagancia, pero estaba hoy tan contenta de que mi profesora de escritura me felicitase por la redacción de alemán que hice ayer en clase, que no he podido evitar mostrárosla. A mí me gusta pensar que se trata de mi primer micro en alemán..., de ahí que os haya copiado la pieza en esa lengua. Me divierte el hecho de traducirme a mí misma. Lo he hecho libremente, y hasta he introducido algunos matices, aprovechando que estaba en ello. Como si con mi ejercicio hubiera llevado a la práctica lo que nos narraba Iban Zaldua tiempo atrás en su pieza titulada "Traducción", aparecida en La Nave. (Os he adjuntado el enlace). Nunca me ha dado por escribir en catalán, mi lengua materna, de ahí que me resulte graciosa toda esta situación, con su punto kafkiano. 

sábado, 25 de agosto de 2012

Casa de muñecas

...
...

Salió al jardín dando un portazo, mientras el cielo se desleía a sus espaldas en una lluvia gruesa, de goterones como chuzos, cada vez más pertinaz. Había decidido abandonar aquella casa, que ahora se daba cuenta se le antojó engañosa desde el principio, con toda esa belleza de tarjeta postal, hecha de proporciones arrebatadoras y decorados de asfixia. La tierra respiraba de nuevo aliviada cuando tropezó por sorpresa con el origen de su encierro: a pocos metros del edificio, una rosa insignificante empequeñecía el paisaje.

...

viernes, 17 de agosto de 2012

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"