Pero es una afirmación un poco derrotada. Que el dolor nos pueda ser insignificante,o que sepamos aguantarlo como si lo fuera, que no recupere el mando, la suficiencia, la importancia... Besos, sister. Cuánto tiempo.
Con vuestros "trapitos" encandiláis a propios y extraños; con vuestras "combinaciones" silenciais los andamios -los ojos os buscan, complacidos, para recorrer vuestra silueta; los más torpes silban-.
Veintitrés palabras -entre la cita y el texto- para retratar el sentido del tránsito por la vida, Gemma y cómo los deseos se contraponen para lograr el mismo objetivo.
Agus, supongo que no podemos librarnos de él. Ni siquiera en sueños. Otro para ti
Araceli, qué bien que te lo parezca. Nano suele ir soltando perlas como si nada; debería recogerlas en un cuaderno para que no se perdieran en la red. Un abrazo
Si la tela es buena, luce seguro. (Es decir, el mérito es básicamente tuyo, Nano).
Olga, para ser hay que dolerse, o algo así decía Schopenhauer con aquello de "a mayor sufrimiento, mayor conocimiento". Aun así, coincido contigo en que tampoco hay que padecer cuando resulta inevitable. Menuda tontería, si no. Besos, sister
Josep, el gusto es mío. Un beso
Pedro, andar, desandar y hasta dar unas cuantas vueltas en círculo. De eso se trata más o menos. Abrazos
Sergio, me parece estupendo. Otro fuerte para ti
PS: Aunque, ahora que lo cito, no sé si lo decía de esta otra manera: "a mayor conocimiento, mayor sufrimiento". Creo que sí.
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
¡Qué bueno, Gemma! Todo, y ahí vamos, supongo, entre insignificancia y suficiencia.
ResponderEliminarGeniales ambos. Besos por partida doble.
Dos propuestas valientes, para enfrentarse al dolor de vida.
ResponderEliminarAbrazos dobles.
Coincido con Lola, y otra vez el tiempo, detrás, como medida de todo y nada.
ResponderEliminarAbrazos.
Qué buen tandem, tú y Nán.
ResponderEliminarCómo coses de bien, que con dos trapitos de nada haces un vestido de fiesta.
ResponderEliminarBesos
Pero es una afirmación un poco derrotada. Que el dolor nos pueda ser insignificante,o que sepamos aguantarlo como si lo fuera, que no recupere el mando, la suficiencia, la importancia...
ResponderEliminarBesos, sister. Cuánto tiempo.
Con vuestros "trapitos" encandiláis a propios y extraños; con vuestras "combinaciones" silenciais los andamios -los ojos os buscan, complacidos, para recorrer vuestra silueta; los más torpes silban-.
ResponderEliminarUn enorme placer ésta pasarela.
Veintitrés palabras -entre la cita y el texto- para retratar el sentido del tránsito por la vida, Gemma y cómo los deseos se contraponen para lograr el mismo objetivo.
ResponderEliminar¡Brillante!
Un abrazo,
Gemma, comentaré hasta que la autora lo permita.
ResponderEliminarPorque sigan los abrazos
Isabel, y la dificultad del punto medio. Un beso
ResponderEliminarLola, cara y envés de un mismo reflejo. Gracias.
Agus, supongo que no podemos librarnos de él. Ni siquiera en sueños. Otro para ti
Araceli, qué bien que te lo parezca. Nano suele ir soltando perlas como si nada; debería recogerlas en un cuaderno para que no se perdieran en la red. Un abrazo
Si la tela es buena, luce seguro. (Es decir, el mérito es básicamente tuyo, Nano).
Olga, para ser hay que dolerse, o algo así decía Schopenhauer con aquello de "a mayor sufrimiento, mayor conocimiento". Aun así, coincido contigo en que tampoco hay que padecer cuando resulta inevitable. Menuda tontería, si no. Besos, sister
Josep, el gusto es mío. Un beso
Pedro, andar, desandar y hasta dar unas cuantas vueltas en círculo. De eso se trata más o menos. Abrazos
Sergio, me parece estupendo. Otro fuerte para ti
PS: Aunque, ahora que lo cito, no sé si lo decía de esta otra manera: "a mayor conocimiento, mayor sufrimiento". Creo que sí.