viernes, 22 de agosto de 2025

1.057

 


Me parece un acto de justicia, un gesto de obligado cumplimiento (de esos que mantienen a raya a cuantos mezquinos, arribistas y canallas de labia fácil y diverso pelaje pululan, incansables, por los agotados mentideros de Internet), atreverse a cuestionar al prójimo, sí, pero sólo tras haber reunido coraje bastante para cuestionarse a uno mismo primero.

1.056

 


El maldito enfado nos trepa(na), insidioso, el ánimo.

1.055

 


Barruntar, con afán detectivesco, lo que la vida nos depara, sabiendo que cuanto nos ponga por delante acabará reducido a póstumo humo, ceniza extinta o candente brasa.

jueves, 21 de agosto de 2025

1.054

 


Describir el mundo (y cuanto de él nos incumbe y atañe) de la forma más honesta posible, menos impostada o engañosa. Reescribirlo sin falta y sin descanso para que mejor nos llegue.

miércoles, 20 de agosto de 2025

1.053

 


No engañar(se) o falsear, no imponer o forzar, no menospreciar o humillar: tres tareas que hoy nos parecen ingentes, pero que habría que reclamar una y otra vez, sin fin. 

Precisamos endulzar (léase sanear) el día a día.

1.052

 


Hay una clase de pensamiento esquivo que solo logramos retener mediante la escritura, gracias a ella y únicamente por su mediación.

martes, 19 de agosto de 2025

lunes, 18 de agosto de 2025

domingo, 17 de agosto de 2025

1.049

 



Hurgar en lo indecible para atisbar, cualquier día, lo que alcanzaremos a comprender a su debido tiempo.

sábado, 16 de agosto de 2025

1.048

 


Venerar el sol y la luna, y las estrellas que corren como caballos fugaces por la salvaje loma del tiempo.

viernes, 15 de agosto de 2025

miércoles, 13 de agosto de 2025

1.045

 


La mayor parte de las veces, no vaticinamos ni por asomo lo que nos puede ocurrir, aunque lo deseemos.

martes, 12 de agosto de 2025

1.044

 


Es terrible desear y no poder. Retener dentro de sí el afán que ansía y se revuelve, sin expresión ni cauce posible.

lunes, 11 de agosto de 2025

1.043

 


Despertamos a los deseos con el ansia y la emoción de saber que son ellos los que nos habitan.

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"