viernes, 28 de julio de 2017

Quinientos ocho

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¡Cuántas situaciones complacientes no habrá que nos impidan alcanzar un buen puñado de certezas!
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jueves, 27 de julio de 2017

Quinientos siete

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La escasez nivela el espíritu humano, aunque lo más común entre los hombres sea extralimitarse.
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miércoles, 26 de julio de 2017

Quinientos seis

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Parcialmente accedemos al saber y parcialmente nos desvivimos en consonancia.
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martes, 25 de julio de 2017

Quinientos cinco

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Para conformarse con escribir verdades mundanas,
Para conformarse con escribir verdades,
Para conformarse con escribir,
Para conformarse,
hay que saber rebelarse.

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domingo, 23 de julio de 2017

Quinientos cuatro

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Cuanto más recurrimos a nuestra voz de la conciencia, menos evitamos la mala conciencia.
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Quinientos tres

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¡Desconfiad de la naturaleza humana! Hay personas que mueren de hastío y olvido.
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viernes, 21 de julio de 2017

Quinientos dos

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¿Seres racionales? ¿Son acaso la religión o la misma política 
expresiones netamente civilizadas?
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jueves, 20 de julio de 2017

Quinientos uno

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A menudo no hay sólo desafección -o simple desapego- en cuanto hacemos o sentimos; sino una nebulosa de experiencias compuesta por ojos vacíos.
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miércoles, 19 de julio de 2017

Quinientos

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En la escritura se agazapa el pensamiento, ese señor dispuesto a encaramarse siempre a las barbas de los incautos.
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martes, 18 de julio de 2017

lunes, 17 de julio de 2017

domingo, 16 de julio de 2017

viernes, 14 de julio de 2017

Cuatrocientos noventa y cuatro

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 Convencido de su vergonzante falsedad,
 el hombre se torna poco a poco verdadero.
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miércoles, 12 de julio de 2017

Cuatrocientos noventa y dos

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Las palabras distorsionan, al referirlas, las mismas cosas que nombran: el corazón de los amigos, la vergonzosa luz perdida, la aritmética del sonido.
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martes, 11 de julio de 2017

Cuatrocientos noventa y uno

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Tal vez sea la soledad la única forma de vivir en paz, si no con uno mismo, al menos con los otros.
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Cuatrocientos noventa

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La necesidad es un mendigo cansado que no desperdicia nada.

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lunes, 10 de julio de 2017

Cuatrocientos ochenta y nueve

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Para ser elogiado un hombre -dejadme decirlo-, la conciencia tiene que poder ver las cosas desde unos cristales vacíos de aumento y, en general, verse a sí misma carente de toda pretensión.
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martes, 4 de julio de 2017

martes, 27 de junio de 2017

Salzburgo

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Paseando por Salzburgo, es posible ver a un tiempo, sin que a nadie se le caigan los anillos, a masas ingentes de jóvenes prisioneros de su hiperactividad gritando su alegría a quien se le ponga por delante; a japoneses y chinos avanzando como un solo ser por las callejas del casco antiguo, si bien a trompicones, y a nativos austríacos de pura cepa salir a hacer la compra o a resolver cualquier asunto vestidos de pies a cabeza con sus trajes regionales típicos. Un revoltijo en toda regla.
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sábado, 24 de junio de 2017

Cuatrocientos ochenta y cuatro

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Madurez tempranera. Dícese de la edad madura que no da muestras de tal. Correlato perfecto de puer senex.
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domingo, 18 de junio de 2017

Cuatrocientos ochenta y tres

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Hay quien renuncia a pelearse con el mundo porque prefiere la refriega de pelearse con todo el mundo. 
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viernes, 16 de junio de 2017

Cuatrocientos ochenta y uno

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 Misterios de la naturaleza:
el viento en las hojas suena como la mar erizada; 
un bálsamo para los sentidos. 
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jueves, 15 de junio de 2017

miércoles, 14 de junio de 2017

Cuatrocientos setenta y nueve

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A veces un sentimiento te atrapa en su cedazo.
De nada sirve entonces repensar las cosas,
De nada racionalizarlas, y ya no digamos
racionarlas. (Absolutamente
de nada.)
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martes, 13 de junio de 2017

Cuatrocientos setenta y ocho

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Verdades como templos que ni acogen, ni sirven tampoco de refugio o retiro. Entonces, ¿para qué?
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domingo, 11 de junio de 2017

sábado, 10 de junio de 2017

Cuatrocientos setenta y cinco

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llorar a moco tendido; llorar y crujir de dientes. Ambas frases suelen utilizarse para dar a entender que se llora con mucho aparato y denuedo. La primera, echando mano de bastante puesta en escena; la segunda, de forma copiosa y exagerada, con un poco de punción y grandes dosis de arrepentimiento. Como harían las plañideras. A veces, asoma entre tanto lloriqueo un excéntrico que no duda en desternillarse de la risa. La impresión que resulta de semejante algarabía es descorazonante. Véase, en tales casos, lo que a uno le plazca. 
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Cuatrocientos setenta y cuatro

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desternillarse de la risa. Expresión extemporánea y descorazonadora que se produce al reírse uno por todo y por nada en concreto; especialmente por lo segundo. Muy común entre gente desalmada. Véase, enseguida, llorar a moco tendido; llorar y crujir de dientes.
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viernes, 9 de junio de 2017

Cuatrocientos setenta y tres

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descorazonar. Arrancarle el corazón de cuajo al otro con fines dudosos y sin que le tiemble a uno el pulso. Véase desternillarse de la risa.
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miércoles, 7 de junio de 2017

viernes, 19 de mayo de 2017

Cuatrocientos sesenta y seis

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Hay atardeceres que son anunciaciones de no sabemos qué. Un claro de luna que nos interpela a gritos.
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miércoles, 17 de mayo de 2017

martes, 16 de mayo de 2017

Cuatrocientos sesenta y cuatro

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Hay viajes iniciáticos que son como un recorrido por nuestra madurez presentida.
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miércoles, 10 de mayo de 2017

Preguntas retóricas

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Allá, a lo lejos, el castillo almenado de la nostalgia. Y más al fondo, varios amores correspondidos, olvidados de cualquier modo en la oscuridad del foso. Los alcanzó a reconocer con la fuerza de las verdades rotundas. Aquella fortaleza contenía, a decir verdad, los abandonos y renuncias principales de una vida cumplida. Ahí estaban, amalgamados, los amores escogidos, junto a otros más de circunstancias. Pero también los temidos o aborrecidos a pesar del tiempo. Todos y cada uno de ellos, mezclados sin distinción. Incluso era posible identificar unos pocos que, llegado el momento, no supo anticipar. Recorrer la fortaleza te dejaba una especie de peso muerto en la boca del estómago. De nada servían, allí, sus murallas. Observados de cerca, los había puros y sublimes; mayúsculos. Innegables de tan rotundos. Aparte de tímidos y vergonzantes. Daban ganas de preguntarles por extenso a cada uno de ellos cuáles habían sido sus razones. Cómo era posible que se hubieran enseñoreado de cuerpos tan enclenques con semejante insolencia. Al cabo, ¿qué sentido tenía tomar posesión de unas existencias incapaces de nada? ¿A qué tanto exceso y empeño vano, tanta desmesura y afán?
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martes, 9 de mayo de 2017

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"