viernes, 10 de enero de 2014

Ciento treinta y ocho

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 Cuando una esperanza madura, 
 hay un punto en que desespera.
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5 comentarios:

  1. Al igual que la fruta que si no se recoge cuando está madura, se pasa. Genial aforismo.

    Abrazos, muchos.

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  2. ¡Cómo me gusta ese reflejo leve, tibio y esperanzado!

    Un beso, Gemma

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  3. Lo que era una esperanza, una idea, pierde tanto brillo con su realización.

    ¡Cuánto hay que esforzarse en la voluntad para ser un hombre de acción!

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  4. Maduran algunas esperanzas hasta pudrirnos, muy cierto.
    Besos!

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"