. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
Al igual que la fruta que si no se recoge cuando está madura, se pasa. Genial aforismo.
ResponderEliminarAbrazos, muchos.
¡Cómo me gusta ese reflejo leve, tibio y esperanzado!
ResponderEliminarUn beso, Gemma
¡Gracias a las dos!
ResponderEliminarBesos
Lo que era una esperanza, una idea, pierde tanto brillo con su realización.
ResponderEliminar¡Cuánto hay que esforzarse en la voluntad para ser un hombre de acción!
Maduran algunas esperanzas hasta pudrirnos, muy cierto.
ResponderEliminarBesos!