jueves, 28 de noviembre de 2013

Ciento veinticuatro

...
El deseo es el apetito indomable de la voluntad. 
Su hermano díscolo e irreverente.
..
....


2 comentarios:

  1. Gemma querida,

    de tu aforismo (124), me queda en la memoria la oración inicial. Fulminante. Aforísticamente verdadero.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Javier. Acabo de corregir la segunda parte: cambiando el "Un" por el "Su". Creo que ahora se entiende mejor.
    Abrazos

    ResponderEliminar

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"