domingo, 18 de agosto de 2013

Noventa y seis

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Somos intratables, entre otras razones, porque toleramos mucho mejor nuestros errores y defectos que los ajenos, tan condenadamente superfluos.

Nuestra intolerancia se cifra en que soportamos mucho mejor nuestros errores y defectos que los ajenos.
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5 comentarios:

  1. No sé si sirve de excusa el que a nosotros nos tengamos que llevar siempre encima:-))
    Besos

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  2. Sí, la verdad es que a menudo nos ponemos imposibles, María.
    Un abrazo fuerte

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  3. Es que, d'enserio, la viga que tengo incrustada en el ojo casi no me molesta :)

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  4. Pues a mí me encanta ese error ajeno que has fotografiado.

    Mil besos, Zauberinita.

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  5. Patricia, no me extraña, jaja.

    Pacita, a mí también...

    Besos a las dos

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"