Eva, "iguala con tu vida el pensamiento" leíamos en la 'Epístola moral a Fabio', de Andrés Fernández de Andrada. Y por ahí no puedo estar más de acuerdo con él.
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
¡Vaya si pesará! En cualqquiier caso, Gemma, me pregunto si será sano actuar siempre como sentimos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Siento que este comentario me pondrá en evidencia.
ResponderEliminarAbrazos sentidos.
Me hubiese gustado en tantas ocasiones no ser yo misma, Gemma.
ResponderEliminarBss.
O el miedo al ridiculo...
ResponderEliminarPedro, no siempre, desde luego. Llevas razón.
ResponderEliminarSergio, jaja. Así me gusta verte: sobreactuado.
Eva, "iguala con tu vida el pensamiento" leíamos en la 'Epístola moral a Fabio', de Andrés Fernández de Andrada. Y por ahí no puedo estar más de acuerdo con él.
y BB, un gran lenitivo, quién lo duda...
Gracias y abrazos
Qué bello como surge algo vivo de lo que parece ya olvidado.
ResponderEliminarEl miedo siempre está allí. A veces menos, a veces más...