Su indolencia reside, según creo, en que no tenemos la certeza de si la define su entropía o su falsedad ideológica de mero sueño colectivo. Alea jacta est...
O viceversa, digo yo. Que el mundo de los sueños tiene a veces esa inercia que añoramos en la realidad. Tal vez sea el sueño -tal vez el sueño sea lo primero-, tal vez sea el que se descompone en realidad, en realidad. Tal vez ni siquiera se recomponga. Otra vez nos dejas tarea para pensar. Abrazo Gabriel
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
Basta que cambie el sesgo de la luz. O que acumulemos una nueva que experiencia que reordene todo lo anterior.
ResponderEliminarVivimos unos tiempos apasionantes.
Gemma, este comentario por eso es descompuesto.
ResponderEliminarRealmente el abrazo.
Y luego está la imaginación, que en los microcuentos se comprime en formas geométricas.
ResponderEliminarhttp://perth111.blogspot.com.es/2012/07/precaucion-712.html
Te sigo, Gemma
supongo que así es como consigue su falsa eternidad, Gemma.
ResponderEliminarUn abrazo,
Su indolencia reside, según creo, en que no tenemos la certeza de si la define su entropía o su falsedad ideológica de mero sueño colectivo. Alea jacta est...
ResponderEliminarO viceversa, digo yo. Que el mundo de los sueños tiene a veces esa inercia que añoramos en la realidad.
ResponderEliminarTal vez sea el sueño -tal vez el sueño sea lo primero-, tal vez sea el que se descompone en realidad, en realidad. Tal vez ni siquiera se recomponga.
Otra vez nos dejas tarea para pensar.
Abrazo
Gabriel
Gracias a todos por vuestros comentarios. Un abrazo grande
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